El Gobierno comenzó a percibir un cambio de clima en los mercados. Esos movimientos que generan cruces entre el Ministerio de Economía, los bancos y las casas de bolsa se están reflejando en las reservas: después de comprar US$ 5.000 millones en septiembre por el dólar soja, el Banco Central se desprendió en octubre y lo que va de noviembre de US$ 1.500 millones, cerca de un 30% de las compras por el incentivo a los sojeros, según las consultoras privadas.
“Esta semana, el BCRA tuvo que desprenderse de casi US$ 200 millones (-US$ 50 millones este viernes) en sus operaciones en el mercado cambiario. El registro se encontró debajo de los US$ 530 M de la semana pasada, pero en el mes se acumulan ventas netas por casi US$ 1.000 millones (superando los US$ 730 millones del mismo lapso de 2021). Asimismo, desde el fin del “dólar soja”, las ventas acumuladas totalizan casi US$ 1.500 millones”, señaló un informe de Ecolatina.
Las mayores dificultades para acumular divisas coinciden con un giro en el plan de estabilización puesto en marcha por Sergio Massa. El ministró de Economía pasó de negociar beneficios sectoriales con tipos de cambio diferenciales (un dólar a $ 200 para las cerealeras) a restringir en los últimos meses las importaciones y encarecer el acceso al dólar con el lanzamiento del dólar Qatar, mientras se demora la oficialización del dólar tecno.
La implementación de un dólar a $ 338 para los gastos con tarjeta desde los US$ 300 provocó una reducción de los consumos previo al inicio del Mundial. Al décimo día hábil de noviembre (último dato), el stock de préstamos al sector privado en dólares asociado a tarjetas fue de US$ 171 millones, por detrás de los US$ 238 millones del mismo lapso de octubre o los US$ 212 millones de septiembre, según una estimación de Ecolatina.
Pero los esfuerzos por reducir la demanda de dólares, sumados a la menor salida de divisas por importaciones, no alcanzaron para compensar una oferta que permanece en mínimos históricos y sigue siendo el principal factor de peso en las reservas. Luego del dólar soja, la liquidación del agro promedió menos de US$ 60 millones diarios (60% debajo de agosto) y el Central acumuló US$ 1.515 millones desde entonces, según Equilibra.
Las ventas netas del Central durante cuatro semanas consecutivas se combinaron además con las dificultades para extender vencimientos de deuda en pesos y la disparada de los dólares financieros. El contado con liqui (CCL), que cerró el viernes a $ 332 y se ubicó en el mayor nivel desde junio, dio así una señal del desarme de aquellos que habían apostado a las tasas y títulos en pesos, tras casi dos meses en el que los paralelos estuvieron congelados.
Si bien desde el Gobierno apuntan contra bancos y casas de bolsa por especular con la devaluación, los economistas lo atribuyen a los mayores desequilibrios y la dolarización de empresas. “Perdés reservas, no tenés financiamiento y te genera incertidumbre cambiaria, te despierta el contado con liquidación, los importadores y las empresas se quieren sacar pesos de encima y se dolarizan”, explicó Sebastián Menescaldi, director adjunto de EcoGO.
De esa manera, el mismo dólar soja que le dio un respiro al gobierno ahora podría convertirse en un boomerang. No solo porque significó un anticipo de exportaciones y divisas, sino porque los productores aguardarán un nuevo dólar diferencial para liquidar un remanente que podría orillar los US$ 7.000 millones. Massa no descarta repetir la medida, pero como el sector tiene menos necesidad de pesos se prevé que el impacto será mucho menor.
SN