“Me parece un horror que tan pronto pueda llegar a salir de prisión. Mis hijos y yo estamos en pánico, porque ya nos atacó, porque además tiene permiso para tener armas y las lleva a todos lados ¡ese hombre es una bomba de tiempo!”, clamó desesperada la médica S. L, quien apenas recibió el alta en el sanatorio pidió hablar con la prensa para hacer público el ataque que había sufrido. La profesional incluso tuvo dificultades para expresarse por las lesiones que le causaron en los maxilares.
S.L. denunció a su ex marido por un ataque que, según la denuncia policial, se registró el 12 de febrero. El acusado, L.F. A, es un médico traumatólogo.
El hecho
Según la denuncia, el 12 de febrero, cinco días después de que la víctima había sufrido la pérdida de su madre, el hombre se presentó en su casa pretendiendo llevarse a los hijos que tenían en común. “Los chicos no lo pueden ni ver al padre porque la situación es insostenible desde hace tiempo. Mi hijo menor (8 años) salió a decirle que no querían ir y él comenzó a discutirle hasta que lo hizo llorar. Sacó el celular y comenzó a filmarlo para humillarlo”, explicó la denunciante.
Al ver esa escena, la médica intervino y le reprochó a su ex marido por lo que le hacía al niño. Según ella, en ese momento él la amenazó diciendo: “ya no están tu mamá y tus hermanos para protegerte”.
“En ese momento se bajó del auto y me fue a buscar. Me agarró la cabeza y me golpeó dos veces contra una pared. Perdí el conocimiento en ese momento; mi hija me dice que me siguió pegando cuando estaba en el piso”, describió la mujer, que por los golpes sufrió una contusión cerebral, fracturas del piso de órbita (zona del ojo) de malares y maxilar (zona de la boca) y sufrió lesiones en los senos. “Me hicieron un injerto para cubrir una de las heridas”, añadió la profesional.
Al ver esa escena horrorosa, la hija de 14 años comenzó a gritar y, al ver que su padre no se detenía, le arrojó un vaso de vidrio. S. L. dice que cuando recobró el conocimiento vio que su hija tenía una herida profunda en la mano. El progenitor habría cortado a la adolescente con uno de los vidrios que quedaron del vaso roto.
“Con los gritos de mi hija vinieron algunos vecinos que nos auxiliaron. Lo corrieron a él y se quedaron con nosotros. Lo peor de todo lo que vivió mi hija no fue ese corte; fue la situación traumática, porque pensaron que estaba muerta”, reflexionó la mujer.
La Fiscalía de Violencia de Género II, a cargo de Gerardo Salas, interviene en el caso. Por este hecho la jueza Isabel Méndez dio lugar parcialmente al pedido fiscal y ordenó la prisión preventiva por 19 días para el médico, que fue acusado de lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género. Hoy se llevará a cabo la audiencia para determinar si se le prorroga el arresto o si le otorgan medidas de menor intensidad.
El proceso
Ella reconoció que el acusado nunca antes la había atacado de esa manera. “Me separé porque mi ex marido tiene problemas y la situación comenzó a ponerse peligrosa. Él tiene armas y comenzó a hacer tiros en la casa, ejercía violencia psicológica hacia nosotros y empezó a pegarles a los chicos. Ahí dije basta”, indicó. La profesional señaló que su ex pareja ya tuvo problemas por otros hechos violentos en su trabajo, razón por la que le habrían iniciado un expediente laboral. “Lo corrieron del Colegio Médico, ahora hay que ver qué hace el Siprosa, que es para quienes trabaja”, señaló.
“Hace seis años que nos separamos y que él no aporta nada para los chicos; sobre eso, aclaro que es porque no le pedimos nada tampoco. No lo queremos ni ver porque es peligroso”, concluyó la profesional.
Una cámara Gesell
“Creo que estamos ante un caso gravísimo de violencia de género, no solo hacia la ex esposa de este hombre sino también hacia su hija”, señaló el abogado Manuel Pedernera, quien asumió la querella del caso y confirmó que ayer se llevó adelante una pericia clave: la cámara Gesell a la adolescente de 14 años que confrontó a su padre.
Sobre esa medida, el querellante indicó: “la chica no sólo mostró la marca y los puntos que tiene en la mano sino que además expuso la violencia psicológica que padeció en el último tiempo. Habló sobre agresiones físicas y morales y de tener que tolerar situaciones inaceptables. En todos los casos parecería que este hombre la minimizaba como hija y le imponía el terror”.
Por último, Pedernera sostuvo que están ante un hecho que encajaría en el delito de lesiones graves y señaló que confía en que se prorrogaría la prisión preventiva hasta el final del proceso por una serie de razones: “por los testimonios, hablamos de un acusado que es agresivo, que tiene armas a su disposición y problemas de salud por los que fue internado en centros de restablecimiento. Entiendo que sobran los motivos para que este hombre siga detenido y no entorpezca la investigación hasta que vaya a juicio o acceda a una de las salidas alternativa que ofrece el sistema”.
