Un empleado del Mercofrut vio a dos extraños comiendo un sándwich cerca del puesto de Granito en la parte trasera del mercado después de las 9 de la noche.
Como todos se conocen en el mercado, el compañero del empleado los miró y los dos extraños les gritaron que dejaran de mirarlos: “Qué pingo mirás, dejá de mirarme la cara, no me mirés la cara”.
Más tarde, a las 9:40 pm, se escucharon disparos que resultaron en la muerte de Luis Granito, quien yacía en la calle debajo de las cámaras de seguridad del puesto.
El empleado declaró que la seguridad en el mercado ha empeorado desde que la policía se hizo cargo en lugar de la seguridad privada.
Dice que los policías no hacen nada y solo vigilan una entrada en lugar de varias.
La semana anterior, una puestera boliviana fue robada y a un santiagueño se le robaron 7 millones de pesos en el mercado.
Los trabajadores informales son los más afectados por la inseguridad, ya que los ven como sospechosos y los registran constantemente.
Sin embargo, un changarín que descargaba verduras fue quien ayudó a Granito cuando fue herido a tiros.
El mercado ha pedido un móvil policial, pero no han recibido ninguna respuesta. Una reunión con el Ministro de Seguridad está programada para el sábado para abordar el problema de seguridad y hacer justicia por la muerte de Luis Granito.