En noviembre del año pasado, el arquitecto Otto Fernando Barenbreuker, fue juzgado luego de haber sido denunciado por 20 personas que habían pagado por acceder a departamentos que, nunca fueron entregados, o si lo fueron, no en las condiciones pautadas. En esta oportunidad, y tras oír a decenas de testigos (denunciantes, peritos y allegados), el fiscal de la causa, Carlos Saltor, solicitó nueve años de prisión e inhabilitación para ejercer el comercio.
En tanto, los querellantes Luis María Rizzo, Rosa Nosseti y José Gerónimo Paz habían pedido 12 años de prisión. Por su parte, los defensores Carlos Varela Soria y Juan Colombres Garmendia solicitaron la absolución, o en caso de condena, que se le aplique la pena de un año y medio de prisión condicional. Las juezas actuantes, Stella Maris Arce, Wendy Kassar y María Fernanda Bahler condenaron a Barenbreuker por defraudaciones en concurso real por amenazas hacia una de las denunciantes.
“Barenbreuker montó toda esta estructura con la finalidad de defraudar a los inversionistas. Utilizó un negocio jurídico válido, con el fin de administrar en forma fraudulenta los bienes entregados, y desviarlos del fin para el que fueron invertidos. En lugar de invertirlos en las obras de los fideicomisos para los que fueron entregados, los desviaba en beneficio propio hacia otros fines distintos”, dijeron en ese momento las juezas.
Luego que la defensa recurriera la sentencia, la Corte le pidió opinión al Ministro Fiscal Edmundo Jiménez, que de manera lapidaria dijo: “El fiduciario conocía el perjuicio que causó a los fiduciantes al no entregar las unidades que las víctimas esperaban recibir luego de haber transmitido su patrimonio. No tengo dudas que se aprovechó de la confianza depositada en él y no protegió el patrimonio recibido. Dispuso de ese dinero en su beneficio para seguir formando fideicomisos que no entregaba, cobrando honorarios por el rol de fiduciario que no cumplía y beneficio a terceros”.
En la Corte, la sentencia fue analizada por el presidente, Daniel Leiva, y los vocales Antonio Estofán y Daniel Posse, quienes confirmaron la sentencia de la sala penal. “Es factible apreciar que la Sala de Juicio aplicó a Otto Barenbreuker una pena de 6 años de prisión, basándose en las circunstancias del hecho acreditado, y en la gravedad de la acción empleada. Es posible adelantar que esa construcción jurídica descansa en un desarrollo producto de un análisis completo y meduloso de las cuestiones que eran centrales para resolver adecuadamente la cantidad y calidad de poder punitivo a determinar”, afirmó Leiva.
En este marco, cabe mencionar que la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, por unanimidad y en un fallo de 43 fojas, resolvieron no hacer lugar al recurso de Casación presentado por los defensores de Barenbreuker, por lo tanto, el empresario permanecerá preso y a la espera que se resuelva la cuestión federal que planteó ante la Corte Suprema de la Nación, la que aún no se sabe si será admitida.