A fines de octubre pasado se desarrolló la tradicional gala de premiación de la XXXV Cata de Vinos de San Juan. Se trata de un evento organizado por el Consejo Profesional y Centro de Enólogos de San Juan, con el auspicio del Gobierno de la Provincia a través del Ministerio de Producción y Desarrollo Económico y COVIAR. Allí se entregan los Gran Oro, premio que califica a lo mejor de la bebida a nivel nacional. Este lugar estuvo históricamente ocupado por San Juan y Mendoza, pero este año una bodega tucumana se metió en la lucha y recibió uno de estos reconocimientos.
Se trata de la bodega Familia Chico Zossi Varietales, la primera que tuvo Tucumán y cuyo torrontés riojano 2022 fue premiado. Siendo pionera en lo suyo, siempre hizo vinos al estilo artesanal, pero hace 10 años comenzó a producir vinos varietales jóvenes.
Los más de 100 años de trabajo para esta empresa local tuvieron su recompensa, ya que es el concurso vitivinícola más antiguo del país y el más importante de San Juan por el alto impacto que genera en el sector y en el mercado local. Cada año, cerca de 400 muestras provenientes de más de 200 bodegas locales y nacionales son las que se evalúan por el jurado catador, que en el último tiempo elevó los puntajes para la entrega de medallas de Plata, Oro y Gran Oro debido a la excelente calidad registrada en los vinos.
Este reconocimiento es un gran avance para la industria tucumana, que viene a competir con la destacada producción cuyana. Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura, en 2010 la provincia tenía 78 hectáreas y para el 2022, alcanzó las 128 hectáreas, un crecimiento del 65%.