Javier Milei es el nuevo Presidente de los argentinos, hay versiones que sobrevuelan el ambiente y captan la atención de la dirigencia política tucumana, especialmente de aquellos que gestionan poder. La cercanía de uno de los posibles miembros del Gabinete del inminente primer mandatario libertario con la intendenta Rossana Chahla resuena a todo volumen en los pasillos de Casa de Gobierno.
Se trata de Eduardo Roust, respetado “operador de prensa” en el rubro desde el gobierno de Carlos Menem y que supo mantener su reputación intacta durante las administraciones venideras. Roust colaboró con la campaña de Chahla a la Intendencia de San Miguel de Tucumán. De hecho, visitó un par de veces la ciudad capital a los fines de apuntalar la propuesta electoral de la jefa municipal.
Ahora es uno de los nombres que suena para ocupar el área de Medios de la Nación. “Una diagonal impensada” para Chahla, que llega en uno de los momentos más tensos de la corta gestión al frente del Municipio, entre hipótesis de alianzas estratégicas en medio de una reacción social violenta contra la administración municipal tras anuncios de ajustes de menor calibre a los llevados adelante por el gobierno provincial.
Las conjeturas parten de la hipótesis de que al jaldismo no le sirve que la intendenta Rossana Chahla se fortalezca, quien sigue de cerca los acercamientos explícitos e implícitos entre el jaldismo y el alfarismo tras el recorte de más de 7000 agentes estatales consecuencia de la disolución de un área creada por el ex gobernador Juan Manzur.
Desde el manzurismo y algunos ex alfaristas también adhieren a esta teoría. Algunos manzuristas sugieren que detrás de las manifestaciones lideradas por el alfarismo hay un guiño de la Casa de Gobierno. Para justificarse citan una anécdota del legislador Alfredo Toscano, vicepresidente segundo de la Cámara y el referente de mayor confianza del ex intendente Germán Alfaro.
Tras la exposición del ministro Abad, en la comisión de Hacienda, el ex secretario de Obras Públicas pidió la palabra para elogiar las medidas de austeridad de Jaldo. Es decir, militó el ajuste del gasto político en el mismo momento en el que dirigentes de su espacio arrojaban huevos frente a la Municipalidad que lo cobijó hasta hace 30 días.
Esta teoría se da justo cuando parece abrirse una diagonal impensada entre el presidente Milei y la intendenta. Un puente que tampoco favorecería a Germán Alfaro, ex larretista y hoy neomileitista que parece esforzarse por plantearse como un nexo entre Javier Milei y la Provincia, aunque ese es el rol que tendrá de palabra el legislador Ricardo Bussi, quien renunció a su banca en Diputados para cumplir con esta tarea, según él, asignada por el propio Presidente electo.