El Concejo Deliberante aprobó por unanimidad un proyecto de resolución que insta al Ente Regulador de Servicios Públicos de Tucumán (Ersept) a hacer cumplir la ley 6259. “Se trata de un potente mensaje político, despojado de cualquier interés partidario. Todo el Concejo le ha dicho al Ersept que cuide a los usuarios, porque hay decenas de miles de tucumanos que están recibiendo un pésimo o nulo servicio de agua”.
Así lo explicaron los autores del proyecto, los ediles radicales José María Canelada y Gustavo Cobos. En ese sentido, pusieron el acento en los artículos 63 y 64, en los que se habla de la pérdida del derecho al cobro por parte de la SAT durante la interrupción del servicio y de las penas que deben recibir por una calidad deficiente.
“Hay usuarios que ni siquiera debieran recibir una boleta en la capital, si apenas logran juntar medio balde de agua durante las madrugadas. ¿Cómo le van a cobrar el servicio a decenas de miles de tucumanos que padecen con esto todos los días? Los barrios Villa Alem, Villa 9 de Julio, Ciudadela, Blas Conrero, Ciudadela Sur, San Cayetano son un claro ejemplo de esto”.
Los ediles explicaron que el proyecto se presentó en enero, en un contexto donde se estaba llevando adelante un proceso de suba de tarifa de agua, de más del 100 por ciento de la boleta. “Si ya es indefendible que les cobren si no tienen el servicio, es directamente ridículo que les aumenten la tarifa. Y en eso, el Ersept dio su visto bueno, aprobó la suba, en un proceso oscuro, de espaldas a los tucumanos, sin siquiera escucharlos”.
“Por eso seguimos dando pelea para que se dé marcha atrás. Estamos esperando la respuesta del gobernador al recurso que presentamos. Si no responde, la próxima instancia ya será en el Poder Judicial”, advirtieron Canelada y Cobos. Por último, explicaron que lo que está en juego es el acceso a un elemento que es considerado a nivel mundial como un derecho humano.
“El agua es indispensable para que los vecinos puedan vivir dignamente, sin tener que ir a bañarse a la casa de un familiar, de lavar ropa a las tres de la mañana, de dejar de cocinar. La ley es clara: no sólo se debe brindar un buen servicio, también se debe evitar la inmoralidad de mandarle la boleta a quienes no se pueden ni lavar los dientes”.