El hallazgo la tarde de este jueves de un hombre sin vida en el interior de una pileta de una casa de un barrio privado de Chacras de Coria movilizó a la Policía de Mendoza y también al Ministerio Público, con la fiscal de Homicidios Andrea Lazo a la cabeza.
Todo se potenció cuando confirmaron que se trataba de un empresario dedicado a la producción de distintos tipos de gases que se mostraba muy activo en las redes sociales y en setiembre del 2021 ganó espacio en los medios cuando aseguró que sufrió un apriete de la Nación cuando lo llamaron nueve años antes desde el Gobierno kirchnerista dándole a entender que iban a solicitarle en algún momento una coima de 30 mil dólares.
Lo identificaron como Osvaldo Daniel Rofrano, nacido el 9 de junio de 1961 y quien yacía sin vida flotando en una pileta atado de pies y manos cuando fue hallado por su esposa.
Si bien la hipótesis principal de los investigadores apunta a que el empresario se suicidó, en un primer momento no descartaron la teoría de un asesinato por cómo se encontraba el cadáver y por una serie de publicaciones recientes en la red social X en las que aseguraba que había recibido amenazas de “mafiosos líderes narco” de Tucumán a los que había denunciado y que “no se iba a suicidar”.
“Ante las amenazas recibidas por tucumanos, aclaro: NO ME VOY A SUICIDAR. Cualquier daño que se produzca a nuestra familia y/o empresa, responsabilizo a los mafiosos líderes narco y trata que pretenden amedrentar a los que ponemos la vida para seguir generando trabajo y dignidad…”, escribió hace cuatro días su perfil, asegurando que el intendente lujanino Esteban Alasino estaba al tanto de la situación.
Más allá de las denuncias previas que realizó, los investigadores policiales y judiciales detallaron a el diario El Sol un par de horas después del hallazgo que “se trataría de un suicidio”.
Explicaron que, si bien van a esperar un informe forense de la necropsia completo, hay cámaras de seguridad en la propiedad y que los cinco precintos que presentaba Rofrano en pies y manos no se encontraban ajustados como si hubiesen actuado terceras personas.
Los tuits que publicó hace pocos días Rofrano.
La reconstrucción que realizó El Sol sostiene que, a las 16.40, los guardias de seguridad del barrio privado Las Candelas II recibieron el llamado de una propietaria informándoles que había encontrado a su marido muerto. La mujer utilizó la palabra “suicidio” para describir el deceso y los empleados de seguridad llamaron al 911.
En esa vivienda, Rofrano vivía con su esposa y una hija de 36 años. A las 10 y 11, respectivamente, ambas mujeres se habían retirado del domicilio para asistir a un cumpleaños. La mujer del empresario detalló que lo encontró en la pileta y luego se presentó en la propiedad un hijo varón del matrimonio, de 33 años, junto con su pareja.
A los pocos minutos, llegaron a la vivienda los primeros policías e informaron que un sector de la casa se encontraba “revuelto, con sillas tiradas”.
Al mismo tiempo, efectivos de la División Homicidios y la fiscal Andrea Lazo fueron informados sobre el hallazgo y se dirigieron hasta el inmueble. En cuestión de minutos, la escena se llenó de policías y comenzaron a trabajar en el caso.
La representante del Ministerio Público ordenó que se retire el cuerpo de la pileta y así confirmaron lo que había detallado la esposa de Rofrano, es decir, que presentaba precintos en manos y pies.
Más allá de las especulaciones sobre lo sucedido, las fuentes consultadas aseguraron que “todo se encamina hacia un suicidio”, descartando inicialmente la teoría de un asesinato.
La causa quedó se investiga como “averiguación muerte” e iban a esperar por el resultado de la necropsia para terminar de cerrar una hipótesis, ya que tampoco descartan una instigación al suicidio.
