El presidente Alberto Fernández criticó a quienes plantean “el dilema entre la economía y la salud” para enfrentar al coronavirus por considerar que “es falso”. Y graficó su posición con una sentencia tajante: sostuvo que prefiere “tener un 10 por ciento más de pobres y no 100 mil muertos” por la pandemia en el país.
“De la muerte no se vuelve, pero de la economía se vuelve”, insistió en señalar el jefe de Estado en una entrevista difundida a última hora del sábado, realizada en la Quinta de Olivos por el periodista Jorge Fontevecchia para Net TV.
Allí, el mandatario dijo que “nunca” dudó en declarar el aislamiento social, preventivo y obligatorio, pero admitió que tuvo “duda estuvo con el fin de las clases” y destacó que le prestó “mucha atención a lo que dicen los científicos”.
“Prefiero tener 10 por ciento más de pobres y no 100 mil muertos en la Argentina por coronavirus. Los que plantean el dilema entre la economía y la salud, están diciendo algo falso. Sé que tengo que preservar a la pequeña y mediana empresa y a las grandes también”, remarcó Fernández en la entrevista, realizada el viernes último, cuya primera parte fue transmitida anoche y la restante será transmitida este domingo a las 23 en la misma señal.
En ese sentido, agregó: “Tengo que preservar que los que puedan producir y exportar, que produzcan y exporten porque me hacen falta las divisas, para comprar respiradores me hacen falta las divisas”.
El Presidente afirmó: “Todo eso yo lo sigo atendiendo siempre, no lo desatendí nunca”. Y enfatizó: “Pero no me pidan que haga de cuenta que no pasa nada, porque acá pasa algo muy grave y, por lo tanto, no puedo hacerme el distraído frente a eso”.
“Espero hacer todo esto y que crezca la economía, pero sé que se está estancando. Tratamos de evitar que nadie vaya a la quiebra; que a la clase media no se la devore la crisis; que las clases más pobres se sostengan. Estoy previendo todo eso”, aseguró el mandatario.
En ese marco, consideró que “pensar que puedo combatir el coronavirus generando una cuarentena que va a durar un mes y medio, por lo menos, y pensar que esto no va tener consecuencias económicas es imposible, las va a tener”.
La situación económica mundial y la del país son una preocupación en medio de la crisis sanitaria.”La economía se va a hacer trizas para todos, no solo para nosotros”, reconoció el mandatario. Y sostuvo que, “también, es una gran oportunidad de hacer un mundo más justo y legítimo”.
Los incrementos de precios y la especulación son otras de las preocupaciones, luego del escándalo de los sobreprecios en la compra de productos por parte del Ministerio de Desarrollo.
“La inflación actual es lo que algunos economistas llaman ’inflación autoconstruida’, de expectativas, las peores expectativas, las de la especulación. Implica decir ’aprovechemos ahora que es el momento porque no sé qué va a pasar mañana. Vendamos el alcohol en gel a precios siderales porque lo van a necesitar mucho. Multipliquemos por dos o por tres su precio’. Ahí el Estado debe plantarse y ponerse firme. No es una inflación con lógica económica, es absolutamente especulativa”, enfatizó.
Y defendió a Daniel Arroyo, uno de los principales cuestionados por el escándalo: “Es un hombre de una gran honestidad”, remarcó. Y calificó de “abusadores” a quienes ofertaron.
“El coronavirus afecta la renegociación de la deuda, como afecta el coronavirus a toda la economía global. La negociación va bien. En los próximos días haremos la oferta. A mí no me gusta mentir, tampoco me gusta mentirles a los acreedores. Lo que vamos a firmar es algo que podamos cumplir como gobierno y como país. No quiero comprometerme a firmar algo incumplible”, expresó el Presidente.
Y destacó la labor del ministro de Economía, Martín Guzmán. “Es alguien que no está pegado a ningún dogma. Lo necesito para resolver una economía, en un tiempo en el que todos los dogmas y lógicas de las economías explotaron en mil pedazos. No podría tener un mejor ministro que Martín, estoy seguro”, destacó el Presidente.
Fernández, consultado sobre su confesión religiosa, se definió como “un católico, no muy practicante”, y destacó la figura del papa Francisco al afirmar que “él es un líder moral como hace muchos años el mundo no da”.
“Uno de los grandes daños que la Argentina le hizo al Papa es ver quién se apoderaba del Papa, si era kirchnerista, peronista, si era antikirchnerista, si estaba con el campo, con el gobierno”, destacó.