YPF, la petrolera estatal que tiene más del 50% del mercado, se sumó este martes al aumento de combustibles. Sus productos se incrementaron un 4% en promedio, según confirmaron desde la compañía. Antes, la empresa Axion había decidido elevar aún más sus valores: 6%.
“La suba es de 3,9% en naftas y 4,5 en gasoil. Los precios de referencia quedaron con la Súper en $ 42,01, la Infinia en $ 48,47, la Diesel 500 en $ 39,65 y la Infinia Diesel en $ 46,40”, precisaron en YPF.
Los aumentos, justificaron en las firmas, es para reflejar el incremento de costos por el precio del petróleo crudo y el impacto de la devaluación. Ahora la expectativa es qué hará el resto de las compañías, como Shell. Se descuenta que se sumarían a las subas.
Este lunes, la que había hecho punta había sido Axion, pese a que esta petrolera suele esperar las decisiones de YPF, pero esta vez se desmarcó. E incluso se especulaba con que la empresa de mayoría estatal podría demorar la suba porque el Banco Central logró frenar el alza del dólar. En el Gobierno habían sugerido que antes de dar ese paso, se evalúe el comportamiento del tipo de cambio. Pero finalmente este martes se decidió el aumento.
Las refinadoras de combustibles se dividen entre las que tienen producción y refinación -como YPF y Pan American Energy- y las que solo se dedican a la actividad en las estaciones de servicio. Este segundo grupo tiene que comprar petróleo y dice estar más urgido de aplicar un aumento. En esta categoría entran Raizen (que maneja la marca Shell), Puma -que ya está cuarta en participación de mercado-, Dapsa y Gulf.
Las “integradas” como YPF y PAE poseen más espalda. Tienen negocios de producción y exploración, además de refinación. YPF es el líder del mercado –más de 55% de participación- y sus decisiones son seguidas por el resto de la industria. Pero Axion decidió avanzar por su cuenta y desde las 00.00 del martes ya cobrará un 6% más por sus combustibles.
Las marcas que no poseen producción “propia” ya estaban decididas a realizar un aumento. Y si fuera por ellas, la remarcación rondaría el 10%. En abril, Raizen (que posee Shell) subió un 9%, una cifra que quedó exagerada frente al aumento de 4,5% de YPF.