Que Tucumán, tierra de nadie, se ha convertido en un lugar de excepciones, no cabe duda. Para muestra basta un botón y lo que está sucediendo en el cerro da cuenta de la arbitrariedad que se vive en nuestra provincia. Y es que, en esta zona, se cobra indebida e ilegalmente un peaje a quienes circulan por allí. Ese fue el contexto en el cual la semana pasada al endurista Jorge Posse le propinaron un machetazo en el cuello.
En aquella oportunidad, el relato de la víctima dejó en claro que le tiraron a matar con un machete, lo cual generó bastantes reacciones en las redes sociales. Para quienes no son habitués de esta zona se la conoce como “la Bajada de Rambo” aunque los lugareños la denominan Huaiacondo. Ese camino nace a la altura de donde se encuentra la antena de Canal 10, es decir, en la montaña entre San Javier y Villa Nougués y se orienta al oeste rumbo al río San Javier.
Luego, cuando se cruza el lecho de agua, se arriba a la parte baja de Potrero de Las Tablas, en esa zona se encuentra la denominada “Senda de los Helechos”. En la misma, los pobladores del lugar realizan tareas como la cría de ovejas y se le dedican al sembrado. Justo allí es que se encuentra un hombre de alrededor de 25 años pidiendo dinero para permitir el libre paso, en lo que es una suerte de peaje absolutamente ilegal y arbitrario.
Y esta situación tiene lugar ante los ojos de las autoridades gubernamentales que nada hacen por cambiar semejante situación. La cual, se complica todavía más si se tiene en cuenta que esta especie de “hombre del peaje” realiza esta tarea ilegal, además, armado de un machete con el exige el dinero a quienes transitan por allí. Así lo aseguró el endurista que resultó herido por este sujeto, el cual pudo haberlo matado si tenía mejor puntería.
Cabe destacar que el botín con el que podría alzarse este sujeto podría ser sustancial, debido a que es una zona a la cual asisten más de 150 ciclistas. En este contexto, aquellos que frecuentemente hacen uso de este camino para realizar deportes sobre rodados, saben que si van al cerro deben preparar dinero. Y es que teniendo en cuenta la cantidad de gente que se acerca a estos parajes, esto hizo que algunos aprovechadores hayan realizado de este accionar un modo de vida.
Lo insólito es que quienes concurren a descargar tensiones propias de la vida diaria, sobre todo, en medio de la cuarentena, admiten que a veces se ven obligados a pagar hasta 4 peajes por circuito, en un hecho verdaderamente insólito. Hasta ahora, sólo el fiscal Pedro Gallo intervino a partir de la investigación de este asunto a partir de la denuncia por agresión que realizó Jorge Posse. De hecho, ya pidió los informes pertinentes a la Policía.
La pregunta pasa por cómo una situación insólita como ésta puede tener lugar en Tucumán. Sin duda, un hecho como el relatado forma parte de la inseguridad que a diario se vive a lo largo y ancho de nuestra provincia. Y la respuesta pasa por la inacción e indiferencia de la Justicia, pero, sobre todo, de los funcionarios públicos gubernamentales. Y es que pareciera regir la ley de la selva en medio de lo que alguna vez fue el Jardín de la República
