Las detenciones de referentes de la administración anterior en su momento dieron aire y beneficiaron políticamente a Mauricio Macri, aunque no sería el caso de Florencia Kirchner de acuerdo con la evaluación de funcionarios del área judicial del Gobierno. Ya en la cuenta regresiva para el cierre de listas, sin superar la crisis económica y con la ex presidenta en una posición acaso más competitiva de lo que pretendía el macrismo, en la Casa Rosada consideraron que la eventual detención de la hija de Cristina seríafuncional a su argumento de ser víctima de una persecucióny podría jugar a su favor en términos electorales.
“En este caso no tiene sentido y sería darle otro motivo para victimizarse”, dijo a Clarín uno de los integrantes de la mesa judicial del Gobierno, que incluso aseguró que la Casa Rosada vería con buenos ojos que siga en Cuba para continuar con el tratamiento: “Lo que queremos es que se lleve adelante el juicio y no creemos que sea necesario que ella esté presente. Podría dar alguna declaración por videoconferencia”. Otro de los miembros de la mesa fue todavía más tajante: “Jurídicamente no tiene sustento, nos guste o no siempre estuvo a derecho y la Justicia le permitió ir a Cuba. Políticamente menos, es tirarse un tiro en el pie”.
En Cuba desde febrero con un tratamiento médico por un linfedema (entre otras patologías), la permanencia de Florencia Kirchner en la isla se convirtió en motivo de controversias y el abogado Carlos Beraldi recusó a los integrantes del Tribunal Oral Federal 5 –en primera instancia no prosperó-, lo que demoró la resolución sobre laautorización judicial hasta el alta o la orden de su regreso. Procesada con Cristina y Máximo en las causas Hotesur y Los Sauces por supuesto lavado de dinero, a diferencia de su madre y su hermano no tiene fueros parlamentarios por lo que quedaría detenida ante una condena o el dictado de una prisión preventiva.
La discusión incluyó un video con la voz de la ex presidenta, en una de sus visitas a Cuba. “La persecución que han hecho sobre ella, y que la ha devastado, es porque es la hija de Néstor y Cristina Kirchner. Por eso les pido a los que nos odian o que nos ven como enemigos que por favor se metan conmigo, pero no más con ella”, cerraba. La mesa judicial a su vez atribuyó a los cálculos políticos de Comodoro Py el hecho de que la rival electoral preferida transitará la campaña sin sentencias en sus causas en proceso.
Este mes arrancará el juicio oral por el direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz a Lázaro Báez, que estimaron se prolongará más allá de noviembre. En el Gobierno tienen distintas opiniones sobre el efecto de los procesos judiciales de la ex presidenta en el intento de reelección de Macri. La foto tendrá su influencia, piensan algunos; a esta altura, y con la crisis económica sin apaciguarse, ya no moverá el escenario más allá de dificultar en algún punto su crecimiento entre el sector de los indecisos. “Con todo lo que se vio la mayoría ya tomó una posición. De cualquier manera, corresponde que se siente en el banquillo”, buscaron desestimar las especulaciones. En los últimos días el Gobierno dejó trascender una encuesta con ventaja de Macri, luego de la favorable a Cristina, a la que el macrismo le atribuyó el nuevo sacudón económico.
Desde que asumió Macri y avanzaron los procesos contra la ex mandataria, el Gobierno siguió de cerca la posibilidad de que quedara detenida y las espadas judiciales siempre lo desestimaron, primero por el riesgo de generara violencia y también por la conveniencia de sostener la polarización. Fue uno de los motivos que provocó la ira de Elisa Carrió.