Sobre llovido, mojado para la Corte Suprema de Tucumán, luego de la grave denuncia que pesa sobre uno de sus integrantes. Se trata del Vocal Decano, Dr. Antonio Daniel Estofán, quien fue acusado de haber incurrido en un presunto acoso sexual contra una de las empleadas administrativas que se desempeña en el máximo tribunal, cuyo nombre se resguarda por motivos de reserva de identidad.
La denuncia fue presentada en la propia Corte Suprema de Justicia el jueves 24 de setiembre pasado el mediodía, por parte de la víctima E.M., bajo el patrocinio letrado del Dr. Gustavo Morales y se acusa al magistrado Antonio Estofán “por acoso sexual y otras graves inconductas”. La denuncia se sustenta en la “protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”.
Se solicitó, además, que a la presentación judicial realizada se le brinde trámite urgente teniendo en cuenta que se configura una situación de extrema “gravedad institucional”, debido al tipo de denuncia que recae, además, sobre un juez de la Corte Suprema. Asimismo, cabe mencionar que, de momento, se efectuará reserva de iniciar en contra de la figura del Vocal Decano del Alto Tribunal Provincial, Antonio Estofán, el trámite de “Juicio Político”.
El mismo, se sustenta en los términos del artículo 47 de la Constitución de la Provincia de Tucumán por las causales de “mal desempeño” y “delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones”. Esto se debe a que el supuesto accionar de acoso sexual habría tenido lugar mientras el magistrado ejercía su trabajo. La denuncia se legitima en el hecho de que E.M. asegura haber sido “víctima” del supuesto comportamiento indecoroso de juez Estofán.
El incidente habría tenido lugar el año pasado, luego de que el entonces titular de la Corte Suprema local, Dr. Daniel Oscar Posse, propusiera a E.M. para un ascenso, que se encontraba obturado en la Vocalía del Dr. Antonio Estofán. En ese marco, la denunciante solicitó una audiencia con el fin de ser “oída” por el Vocal Decano, quien al recibirla conjeturó que el motivo de la audiencia estaba relacionado con otra causa.
Y es que E.M. mantenía una causa penal interpuesta por la persona jurídica Andreani con el fin de evitar el pago de una indemnización de dicha empresa a la trabajadora de la Justicia. Fue en ese contexto, en el que el vocal Antonio Estofán le habría expresado que “esto se soluciona de otro modo” (sic) en referencia a la causa penal, agregando: “Podemos salir, tomar algo y luego hacer algo más” (sic). Para supuestamente proponer finalmente un encuentro sexual.
E.M. le respondió a su interlocutor que “tiene dignidad” y que se retiraba, por lo que desde entonces atravesó un calvario que desembocó en una seria afectación de la salud psicofísica de la víctima. Asimismo, todavía no puso obtener el ascenso que le corresponder legalmente. Pero, además, el comportamiento deleznable del Vocal Decano, apareció supuestamente otra vez durante el transcurso de la semana pasada, el 23 de septiembre.
En esa ocasión, iba a llevarse a cabo una Junta Médica a la víctima, debido a que presentó licencias aconsejadas por un psiquiatra y una psicóloga. La gravedad de los supuestos hechos pasa por el hecho de que el integrante de la Corte Suprema de Justicia, Antonio Estofán, se encontraba siempre en una situación de superioridad, produciéndose una transgresión al artículo 6 incisos b. y c. de la Ley Nacional Nº 26485.
Lo mencionado anteriormente, configura las causales de “mal desempeño” y “comisión de delitos en el ejercicio de sus funciones”, en los términos del artículo 47 de la Constitución de la Provincia de Tucumán. En esa línea, se solicitó que se inicie un sumario administrativo, para sancionar al Vocal Decano de la Corte denunciado por acoso sexual en contra de E.M. y se lo castigue con el máximo castigo previsto en la “Ley Orgánica del Poder Judicial”.
Cabe recordar que también bajo las causales de “mal desempeño” y “comisión de delitos en el ejercicio de sus funciones”, se acusó a otro integrante de la Corte Suprema local, el Vocal Dr. Daniel Leiva, acusado por el magistrado de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Instrucción, Dr. Enrique Pedicone, de haber incurrido en el delito de supuesto tráfico de influencias, un hipotético pedido en nombre del gobernador, Juan Manzur, y el vicegobanador, Osvaldo Jaldo.
De esta manera, el máximo tribunal atraviesa uno de sus peores momentos en toda la historia, un momento en el que dos de sus cinco miembros se encuentran denunciados bajo acusaciones graves desde lo institucional. Lo cual, abre un serio interrogante acerca del tipo de Justicia en la que puede confiar la sociedad tucumana, cuando parte de sus máximos representantes deben afrontar denuncias de inusitada gravedad institucional.