Mientras se continúa demorando la marcha atrás de la suba de tarifas de la luz y el agua en Tucumán, crece la interna dentro del oficialismo en torno a la actualización del valor de los servicios públicos. Cabe resaltar que resulta vergonzante que una decisión que afecta directamente al bolsillo de los tucumanos se convierta en el terreno de batalla de los dos principales referentes del Gobierno.
Y es que desde la Casa de Gobierno manifestaron que podría ser “difícil” volver atrás con la resolución que tomó en su momento el ERSEPT, a pesar de tratarse de una decisión ilegítima e ilegal. Tal y como lo demostró este medio, el ente regulador no consideró el destino del dinero girado para inversiones, ni se guio por informes técnicos, ni mucho menos convocó a una asamblea en la que estén presentes los propios consumidores.
De todas maneras, salieron a justificar que una actualización de los valores de los servicios de luz y agua ya estaban contemplados. Es decir, ningunearon el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) firmado por el propio presidente Alberto Fernández, a pesar de tratarse del mismo signo político. Parece ser que para el oficialismo local es más importante respaldar al titular del ERSEPT, Santiago Yanotti.
Mientras tanto, desde la Legislatura se encuentran trabajando en un proyecto de ley para retrotraer el valor de las tarifas, en lo que parece constituir un desafío al Poder Ejecutivo, el cual, estaría dispuesto a ceder ante la presión de Edet y de la SAT. De hecho, tal vez esta maniobra de Osvaldo Jaldo haya despertado suspicacias en la Casa de Gobierno, que no quiere quedar en off side ante una sociedad hastiada por la situación sanitaria y económica de la provincia.
Ni lerdo ni perezoso, el titular de la Legislatura local busca quedar bien ante una sociedad que tiene entre ceja y ceja al segundo poder de la República. Y es que la denuncia de Pedicone contra Leiva y el resguardo que se le brinda a Yapura Astorga no pasa desapercibido para una ciudadanía que ve a Jaldo y a Manzur como socios, más allá de las diferencias que puedan existir, ya que, en definitiva, ambos quieren la centralidad del poder en el 2023.
A todo esto, la sociedad continúa expectante a sabiendas de que termina siendo el pato de la boda en medio de una lucha interna dentro del Poder Ejecutivo. Pero de momento, la suba de tarifas se mantiene vigente y la confección de las boletas se apresta a seguir el normal recorrido previsto y autorizado por el ERSEPT y su titular Santiago Yanotti, quien hasta momento sigue firme con permitir este aumento ilegitimo. Los bolsillos de los ciudadanos locales pronto sentirán cómo nuevamente deberán afrontar una mayor pérdida adquisitiva.
Ni siquiera el marco de la pandemia de coronavirus junto con las consecuencias de una cuarentena tan larga como ineficaz frena el ímpetu de las empresas, ni la falta de sensibilidad de los funcionarios responsables que permiten que estos aumentos continúen vigentes. Un terreno fértil para que hasta organismos que deberían estar del lado del consumidor como el ERSEPT y el Defensor del Pueblo, a cargo de Fernando Juri Debo, se unan a hacer de la vida de los tucumanos todos los días un poco más difícil.
