Una conmovedora marcha tuvo lugar ayer frente a la Casa de Gobierno reclamando justicia por Paola Tacacho, la joven que fue asesinada por Mauricio Parada Parejas el pasado viernes en Barrio Norte. De esta manera, la Justicia de Tucumán quedó en la mira una vez más debido a que es responsable directa del femicidio que trascendió las fronteras de nuestra provincia hasta ser noticia en todos los medios del país, como asi también medios internacionales que se hicieron eco, como es el caso de la BBC de Londres, entre otros.
Cabe recordar que el pedido de auxilio que hizo Paola Tacacho en la Justicia llevaba años, en ese tiempo, la joven había ido varias veces a tribunales para ratificar las denuncias por el hostigamiento que sufría de parte de Mauricio Parada Parejas. En ese sentido, la docente denunció en 13 oportunidades por acoso y amenazas a quien sería su victimario. Sin embargo, la Justicia de Tucumán le dio la espalda una y otra vez.
Y es que el femicida apenas tenía perimetrales pero nunca las respetó y caminaba tranquilo por la calle. Incluso, en una de las causas, él quedó sobreseído a pesar de que amenazaba de muerte abiertamente a Paola Tacacho durante 6 largos años en los que la Justicia no se movió. En ese marco, la movilización exigió castigo para los funcionarios judiciales que tuvieron en sus manos la posibilidad de frenar al femicida pero nada hicieron.
El abogado Oscar López denunció penalmente a los jueces Francisco Pisa y Washington Navarro Dávila. Y es que, a la luz de los acontecimientos, quedó claro que ambos magistrados violaron sus deberes de funcionarios públicos y, lejos de privilegiar a la víctima, fueron garantes de la impunidad de quien terminaría convirtiéndose en el femicida de Paola Tacacho, por lo que ambos deberan enfrentar un juicio penal y ser destituidos.
Tanto Pisa como Navarro Dávila no sólo incumplieron sus deberes de funcionarios públicos, sino que también no cumplieron con sus facultades judiciales y del Ministerio Público. Es decir, estos jueces terminaron siendo los garantes de impunidad de violencia de género de Mauricio Parada Parejas, posibilitándole que acose y torture psicológicamente a Paola Tacacho, hasta que la serie de violencia sistemática culminó en un femicidio anunciado.
A estos magistrados les faltó la perspectiva de género que debieron haber tenido para no caer en lo que fue la inacción del Estado ante los pedidos de auxilio de parte de la víctima. Con su omisión, tanto Pisa como Navarro Dávila son responsables de la tortura descrita por parte de Paola Tacacho y de que el femicidio anunciado se haya consumado, debido a la constante inacción de la Justicia de Tucumán.
Es lamentable que una mujer haya empleado los últimos seis años de su corta vida, ejerciendo todas las acciones necesarias para que la Justicia penal y el Ministerio Público Fiscal trabajaran en pos de cuidar a la víctima. Sin embargo, se encargaron de asegurarle la posibilidad al femicida de que no se vulnerara su derecho a la libre circulación. Como expresaron ayer durante la marcha, sólo habrá justicia si se enjuicia y destituye a Francisco Pisa y a Washington Navarro Dávila.