El kirchnerismo parece superarse día a día, luego del bochorno vergonzoso que tuvo lugar ayer cuando se dejó entrever que el Gobierno nacional estaba pensando en no aplicar la segunda dosis de la vacuna rusa. Y es que de la noche a la mañana, todo indicaba que el oficialismo tenía la idea de dejar de lado la segunda parte de la vacuna rusa, a cambio de traer más dosis de la primera parte, lo que era realmente insólito.
Desde el entorno de Alberto Fernández dijeron que en realidad, todo se había tratado de un mal entendido. En ese sentido, dijeron que explicó mal las cosas la secretaria de Salud, Carla Vizzotti, en lo que hace a la viabilidad sanitaria y logística del inesperado plan descripto para vacunar hasta fines de marzo a 20 millones de argentinos con la primera dosis de la vacuna Sputnik V, cuando eso no era el plan original.
La decisión sanitaria más importante que nos tenemos que plantear es si queremos tener 10 millones de personas vacunadas a marzo con dos dosis o si preferimos tener 20 millones de personas con una sola, había relatado la funcionaria y encendió las alarmas. Lo más insólito, es que redobló la apuesta y hasta se justificó a la hora de insistir en cambiar de plan mientras un país entero se hundía en la incertidumbre.
Y es que Carla Vizzotti dijo que en este contexto de pandemia es muy lógico pensar que se pueda vacunar a más gente con la primera dosis y diferir la segunda para cuando ya esté controlado el brote. Ahora bien, cabe preguntar: ¿De qué control hablaba si este Gobierno hizo todo mal? ¿Cómo se le pudo haber ocurrido que podría controlar el segundo brote cuando ni siquiera pudo con la primera ola de coronavirus?
El caso es que supuestamente las declaraciones de Vizzotti sorprendieron en el oficialismo. Y es que está claro que no hay manera de acceder ahora a 20 millones de unidades de Sputnik V primera dosis, además, su efectividad sanitaria es relativa porque se complementa con una segunda dosis, y la aplicación de semejante número de dosis terminaría recién en marzo del año 2029, es decir, dentro de 8 años.
Es por ello que no se entendió lo que dijo Vizzotti sobre el uso de la vacuna rusa, debido a que simplemente se equivocó, una característica más que habitual en este gobierno. A pesar de que dicen que Alberto Fernández tiene aprecio personal a la secretaria de Salud, y confía en su criterio profesional, ayer, durante todo el día, tuvo que enmendar las declaraciones de la funcionaria en lo que fue un nuevo papelón.
Realmente, se trata de un gobierno que juega con la salud de la población en un hecho que no registra antecedentes de semejante nivel de incompetencia. En ese marco, no hace más que encender las luces de alarma de una sociedad asustada por la pandemia, pero también por estar en manos de gente absolutamente incapaz, tal y como lo viene demostrando incluso antes de la llegada del coronavirus a la Argentina.