Oscar Parrilli pareció ser el vocero de un indicio. Pero el mensaje se licuó. Cristina Kirchner no responderá el mail de Mauricio Macri para discutir los 10 puntos que la Casa Rosada considera pilares de un acuerdo de gobernabilidad.
El ex jefe de la AFI, actual edecán del Instituto Patria, alumbró la idea de un posible encuentro al decir que Cristina no se negaba al diálogo y sembró la especulación sobre una negociación reservada. Pero más tarde, un scrum K avisó que es sino imposible, improbable.
El más explícito fue Máximo Kirchner: “Los puntos que Evita le pediría a Macri serían cuatro: desayuno, almuerzo, merienda y cena” dijo el diputado en el acto posterior la marcha de antorchas por los 100 años del nacimiento de Eva Perón.
La ironía del Máximo K cristaliza el tono y el modo con que el kircherismo decidió procesar el llamado del gobierno. “Es puro humo, cero institucionalidad. No es serio”, subtituló un portavoz.
Cristina regresó el lunes de Calafate y se enfocó en resolver la logística de la presentación de “Sinceramente”, su libro, el jueves en La Rural. Aunque a su lado bosquejaban textos para una respuesta no está definido el movimiento.
En Casa Rosada, anoche, especulan que podría usar el “acto” en la Feria del Libro como marquesina para responder. Clarín recogió del entorno K otro clima: la senadora minimiza la convocatoria oficial y no está previsto que se refiera al tema.
“Le mandaron un mail a Cristina y a un montón de gente más y pidieron que nos expresemos sobre esos puntos. No hubo ninguna invitación formal” confió un operador K y toreó: “No creo que se animen a invitarla a Casa Rosada”.
Otros sí respondieron. Roberto Lavagna publicó su nota y Sergio Massa anticipó que difundirá este miércoles su respuesta. Otro que sí respondió fue el gobernador de Formosa, el peronista, Gildo Insfrán. Fue muy crítico.
“Jamás fuimos consultados por las decisiones que ha tomado el Gobierno Nacional para llegar a esta situación El formidable endeudamiento, el acuerdo con el FMI y las consecuencias que ellos entrañan”, apuntó el presidente el Congreso del PJ nacional.
“El problema no es económico sino político” apuntó Insfrán y selló su rechazo: “A eso no podemos prestarnos”.
En Gobierno imaginaban una postura más acuerdista de Lavagna y dan por hecho un retruque duro de Massa. Adivinaban la virulencia de Insfrán y apuestan a que circulen voces más amales de otros gobernadores.
Rogelio Frigerio hizo una ronda de charlas con jefes provinciales. El ministro hizo el movimiento de abrir la convocatoria y se abocará a sembrarla.
Macri se involucró al llamar a varios, entre ellos Daniel Scioli, pero dejará que el proceso avance vía Frigerio y Marcos Peña. En Casa Rosada no hay apuro: el llamado al diálogo les permitió pararse en el ring.
No se descarta que empiecen reuniones. Juan Manuel Urtubey y Miguel Angel Pichetto avisaron que están dispuesto a concurrir a discutir los 10 puntos pero, a la vez, incorporar su propia agenda.
No hub avance legislativo. Emilio Monzó está más enfocado en garantizar que Diputados vuelva a sesionar -se cayó la convocatoria para esta semana y ahora apunta al miércoles 15- que en ensayar el diálogo
Monzó, según reconstruyó Clarín, no habló con el kirchnerismo ni la izquierda. Está, en agenda, la Ley de Financiamiento Electoral que pide Casa Rosada, rechaza el kirchnerismo y objeta Elisa Carrió, socia incendiaria de Cambiemos.
Desde la CGT, el tono fue menos efusivo: “La sensibilidad del momento es que el pueblo sospecha que este llamado sea circunstancial, oportunista y contaminado de márketing de campaña política Seria una lastima!!” le dijo a Clarín Gerardo Martínez.
Fuera del mapa electoral, Macri sumó ayer guiños del sector empresario, que fue el primero en responder afirmativamente la carta de invitación al consenso en temas clave.
Por el poderoso Foro de Convergencia Empresaria, Miguel Carlos Blanco contestó que la entidad “celebra, apoya y espera que se concrete el acuerdo entre partidos políticos en torno a políticas públicas que aseguren el equilibrio fiscal y el cumplimiento de las obligaciones con nuestros acreedores”.
La Sociedad Rural respondió que “adhiere a los 10 puntos formulados en la propuesta, ya que coinciden con nuestra visión acerca de lo que debería ser un mínimo denominador en torno al cual trazar el rumbo económico del país para los próximos años”.
Por la Cámara de Comercio, Jorge Di Fiori y Mario Grinman indicaron que “compartimos plenamente lo expresado en la misiva”. Dardo Chiesa, de CRA, afirmó que “expresamos nuestro firme apoyo a los puntos de consenso” propuestos por Macri.
En tanto, el Consejo Directivo de la Federación Agraria aprovechó la reunión que mantuvo en Rosario para expresar que “la Argentina necesita consensos para salir de la crisis” y comunicarle esta posición formalmente al Gobierno nacional.
