Alberto Fernández quiere que Santiago Cafiero vuelva a la Jefatura de Gabinete y piensa en un enroque de cargos para que Juan Manzur asuma como senador y el tucumano Pablo Yedlin sea reemplazante de Juan Zabaleta en el Ministerio de Desarrollo Social.
El tema se discutió el miércoles en una reunión de la mesa chica del albertismo, en la que entre otros estuvieron Juan Manuel Olmos, Agustín Rossi y el propio presidente. Allí comenzó a debatirse el reemplazo de Zabaleta, que como reveló LPO ya decidió volver a Hurlingham y espera definir el momento en que lo hará.
Entre los nombres que figuran como posibles reemplazantes de Zabaleta aparecen los de Ariel Sujarchuk y Victoria Tolosa Paz, aunque ambos perdieron algo de fuerza. Fuentes al tanto de las negociaciones dijeron a LPO que ayer se habló de la posibilidad de Yedlin.
La jugada que imagina el albertismo no es fácil de instrumentar porque requiere un enorme sacrificio político de Yedlin: tiene que dejar cinco años de mandato de senador nacional por un año -en el mejor de los casos- de ministro de un gobierno que está de salida.
La versión inicial indicaba que el nombre en cuestión era el de Gabriel Yedlin, ex ministro de Desarrollo Social de Tucumán y actual secretario de la Unidad Ejecutora Norte Grande para la Equidad Social del Ministerio de Desarrollo Social de Nación, cargo al que llegó luego que el actual gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, decidiera quedarse con esa posición tras el desembarco de Manzur en Gabinete nacional.
Pero la idea del albertismo en realidad es que el cargo vaya para su hermano Pablo, actual senador nacional y con intenciones de pelear la gobernación de Tucumán. La intención es que si Pablo Yedlin renuncia a su banca de senador, asuma quien fue su suplente en las elecciones de 2021: Juan Manzur.
La decisión no es fácil de instrumentar porque requiere un enorme sacrificio político de Yedlin, tiene que dejar cinco años de mandato de senador nacional por un año -en el mejor de los casos- de ministro de un gobierno que está de salida.
En Tucumán siempre circuló la idea de que en algún momento Manzur le pediría a Yedlin que diera un paso al costado para asumir como senador, algo que muy probablemente hubiera ocurrido en 2023 si Yedlin era el candidato a gobernador del peronismo. Pero todo parece indicar que ese lugar lo ocupará Jaldo.
De asumir ahora en el Senado, Manzur tendría cinco años asegurada la banca. En la Casa Rosada lo ven como un gran incentivo para el jefe de Gabinete, aunque la duda es qué capacidad de persuasión mantiene sobre Yedlin que debería dejar el Senado -acaso el club más exclusivo del país- para ir a un ministerio que suele ser un polvorín y más aún cuando la situación social parece cada vez más complicada.
El albertismo se entusiasma con un regreso de Cafiero a la Jefatura de Gabinete y el pase de Jorge Argüello a la Cancillería.
La idea de desplazar a Manzur de la jefatura de Gabinete deja en evidencia el intento del albertismo de reagruparse y recuperar cargos clave en el gobierno de cara al año electoral, donde Alberto todavía sueña con ir por la reelección. De concretarse la jugada, el plan se completaría con el desembarco de Jorge Argüello en la Cancillería.
En la mesa chica albertista saben que todos sus planes para 2023 están muy atados a trabar la derogación de las PASO que impulsan los gobernadores peronistas y respalda parte del kirchnerismo. Es por eso que en el entorno del presidente salieron a boicotear el plan de los gobernadores y Sergio Massa de derogarlas.
Otro síntoma de las intenciones del albertismo es que el presidente empezó a enviar señales de distensión a Manzur, luego de jugar a su ninguneo político prácticamente desde que asumió. En principio cuando aceptó ir a Tucumán para el 17 de octubre, una idea que parece haber quedado en el olvido. Este martes además Alberto fue a la oficina de Manzur para reunirse con un grupo de concejales tucumanos.
En tanto, en Tucumán se sigue hablando sobre el futuro de Manzur. La versión más fuerte sigue siendo que planea ser candidato a vicegobernador de Jaldo, como reveló LPO, para conservar desde la Legislatura tucumana -que tiene un presupuesto desmesurado- algo de influencia territorial.
Pero desde el entorno del jefe de Gabinete dejan trascender que además de esa candidatura no descarta también ir para presidente, aprovechando que Tucumán adelantará sus elecciones. De todos modos, las fuentes creen que asumir una banca en el Senado sería una salida más elegante y más compatible con una candidatura presidencial.