La jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, a cargo de la causa que intenta determinar cuáles fueron los motivos del naufragio del submarino ARA San juan y sus 44 tripulantes, llamó a indagatoria a cuatro ex altos mandos de la Armada Argentina, que deberán presentarse a declarar entre el 6 y el 11 de noviembre.
La citación de estos cuatro exjefes de la marina no es un dato menor. En la Justicia creen que el submarino ARA San Juan no estaba en condiciones de navegar, por lo que buscan recabar más datos que confirmen esta teoria.
En este contexto, según pudo saber TN.com.ar de fuentes judiciales, la nueva serie de imputaciones alcanzó al capitán de Navío, Claudio Villamide, excomandate de la Fuerza de Submarinos (COFS) al momento de la desaparición de la unidad, y al contraalmirante Luis Enrique López Mazzeo, exjefe del Comando de Alistamiento y Adiestramiento de la Armada.
La citación de estos dos exjefes navales era uno de los principales pedidos de las querellas y las familias de los tripulantes. ¿Por qué? Además de ser directos responsables por el estado de la unidad, el 14 de agosto de 2017, casi tres meses antes de la tragedia, el Capitán del ARA San Juan, Pedro Martín Fernández, le elevó un informe a Villamide en el que alertó sobre una falla en la válvula de ventilación ECO 19, un mecanismo que debió haber evitado el paso del agua hacia las baterías y que por motivos que aún se desconocen no lo hizo.
“Ingreso de agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías N°3, ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barras de batería. Baterías de proa fuera de servicio. Al momento en inmersión propulsando con circuito dividido sin novedades del personal”, escribió Fernández a las 6 de la mañana del 15 de noviembre de 2017. En otras palabras, ocurrió lo mismo que había alertado meses atrás. A las 10.51 se registró el evento anómalo, consistente con una implosión.
En aquel documento publicado en exclusiva por TN.com.ar, Fernández fue categórico al referirse a las fallas que había registrado en el submarino: “Durante el sexto día de navegación, con el buque en maniobra de snorkel, se produjo un ingreso de agua de mar al ventilador de batería de proa. Se desarmó la envuelta del mismo para sacar la totalidad del agua. Consecutivo se procedió a navegar a plano profundo para ingresar al tanque de baterías y verificar el estado del mismo. No se observó ingreso de agua, normalizándose posteriormente la maniobra de ventilación”, comunicó el Capitán de Fragata y finalizó: “La única posibilidad es la falta de estanqueidad en la válvula E19”.
En una entrevista con este medio, la Jueza Yáñez negó que exista documentación que avale la reparación de esa válvula entre el mes de agosto y el 25 de octubre, día en que el ARA San Juan zarpó de la Base Naval de Mar del Plata con destino al sur del país. Por eso el frente judicial de Villamide y López Mazzeo es complejo.
Cuando declaró como testigo ante la Justicia, el exjefe de la Armada, almirante Marcelo Srur, los responsabilizó por la tragedia y aseguró que nunca fue informado sobre las fallas que registraba la unidad naval.
Por otra parte, la magistrada requirió la indagatoria del capitán de navío José Marti Garro, jefe de Operaciones del COAA con asiento en la ciudad de Puerto Belgrano, y del contraalmirante Eduardo Luis Malchiodi, jefe de Mantenimiento de la Armada (JEMA). Estos apellidos se suman a los primeros tres marinos en ser imputados, los que se negaron a declarar. Se trata del jefe de Logística del COFS, capitán de corbeta Jorge Andrés Sulia; el ex jefe de Operaciones de esa fuerza capitán de fragata Hugo Miguel Correa y el jefe del Estado Mayor del COFS al momento del hundimiento, el capitán de navío Héctor Alonso.
La Justicia mantiene en estricta reserva el motivo por el que se imputó a los siete integrantes de la Armada Argentina.