El Gobierno de Brasil anunció que los viajeros internacionales que no se vacunaron contra el coronavirus tendrán que cumplir una cuarentena de cinco días en su ciudad de destino después de su llegada al país vía aérea. La medida comenzará a implementarse el sábado.
Además, el ministro de Salud brasileño, Marcelo Queiroga, informó que será requisito presentar una prueba PCR negativa, con hasta 72 horas de validez, para los pasajeros que provengan del exterior.
Al respecto, el director de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria, Antonio Barra Torres, explicó en declaraciones a la prensa que la política pretende “desalentar el turismo antivacuna en Brasil”, y consideró que el requisito de cuarentena “es una medida disuasiva y educacional”.
Pasados los cinco días, los no vacunados que tuvieron que someter a una cuarentena, tendrán que realizarse una nueva prueba diagnóstica. En caso de resultar negativos podrán salir de la cuarentena.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, criticó en reiteradas ocasiones el pase sanitario que ya instauraron una multitud de países en el mundo. “Ese collar que le quieren poner al pueblo brasileño. ¿Dónde está nuestra libertad? Prefiero morir que perder mi libertad”, sentenció.
En la misma línea se expresó su ministro de Salud, quien afirmó que “a veces es mejor perder la vida que perder la libertad”. “Nosotros no estamos aquí queriendo polemizar pero son derechos fundamentales y tienen la misma importancia”, sostuvo.
La decisión del gobierno de Brasil va en sentido contrario a las recomendaciones de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA), quien había considerado necesario implementar el pasaporte sanitario a viajeros que lleguen al país luego de que se confirmaran al menos seis casos de la variante ómicron y se espera una mayor llegada de turistas para las fiestas de final de año.
Brasil acumula más de 615.000 muertos desde el inicio de la pandemia, el segundo país con más fallecidos en números absolutos después de Estados Unidos.
