En una entrevista exclusiva con Tucumán Despierta, el legislador provincial, Ricardo Bussi, se refirió a las opiniones de dirigentes y legisladores que responden al intendente capitalino, Germán Alfaro, como Fredy Toscano, Ávila y Pellegrini, acerca de que el legislador Ricardo Bussi debería ser licenciado en la Legislatura debido a que fue objeto de la conversación entre el camarista Enrique Pedicone y el juez de la Corte Suprema de Tucumán, Daniel Leiva.
El legislador dijo que no es necesario que se tome licencia debido a que cualquier objeción respecto de su participación dentro de los juicios políticos que podrían desarrollarse en el marco del caso Leiva – Pedicone, se resuelven mediante los mecanismos de recusación y excusación. Por lo que opinó que el pedido de los alfaristas es una medida completamente exagerada. De todos modos, hizo hincapié en la doble moral que les adjudicó a los legisladores del alfarismo.
Y es que recordó que él no es el único legislador denunciado penalmente, ya que también lo están Osvaldo Morelli, Daniel Deiana y Jorge Yapura Astorga. “Sin embargo a ellos no les piden licencias”, expresó. Desde su perspectiva, esto demuestra el acuerdo que existiría entre el alfarismo y el manzurismo. Incluso, expresó que desde esos bandos están comprometidos en una campaña de desprestigio en contra de Bussi desatada en marzo de este año.
En ese sentido, dijo que a él le arman causas penales debido a que el peronismo no puede controlarlo. En cambio, señaló, sí surte efecto con Pellegrini, Toscano y el concejal Ávila junto con la revista Contexto, a los que acusó de estar realizando campaña para Manzur y pone lo que considera un acuerdo entre el gobernador y el intendente para llevar adelante la campaña de difamación en contra de su persona.
“Armar causas judiciales, utilizar a la Justicia y colonizarla” son errores que termina pagando la comunidad, dijo Ricardo Bussi, lo cual genera que tengamos instituciones que están desvaloradas y que son funcionales a la pobreza y al autoritarismo. Acerca de la alianza que tendrían acordada entre los oficialismo provincial y capitalino, Ricardo Bussi dijo que la prueba de ello eran las votaciones del Concejo deliberante de la Capital.
Y es que resaltó que alfaristas y manzuristas “votan siempre al unísino”, por lo que habría “un acuerdo explícito entre ambos contarios”. Acerca de la posibilidad de que las denuncias sobre su persona formen parte de del mismo entramado denunciado en el caso Pedicone – Leiva, dijo que sí, al punto de que esta campaña se inició en marzo, cuando le adjudicaron la intención de propagar el coronavirus, luego siguió con la denuncia de malversación de fondos públicos.
Pero, además, vino después la denuncia por abuso sexual. Desde su perspectiva, “todas son estrategias pergeñadas por el gobernador y en respuesta al compromiso que asume Fuerza Republicana de no votar la reforma de la Constitución que persigue el gobernador”. En ese sentido, Ricardo Bussi recordó que su espacio tiene 8 votos y en el caso de que se le agreguen uno 9 votos adicionales no hay reforma ya que para ello hacen falta dos tercios de la Legislatura.
“Por eso la virulencia del ataque y la persistencia en desprestigiarme porque buscan justamente eso para lograr el objetivo de lograr la reforma”, señaló el legislador. Por otro lado, se refirió a las internas entre Manzur y Jaldo, Ricardo Bussi manifestó que se trata de una lucha por el poder de parte del peronismo, en al que lo incluyó a Alfaro. “El peronismo tucumano está apoyado en la industria farmacéutica a nivel nacional para hacer negocios”, denunció.
“Se trata de una vocación de conservar el poder a como dé lugar, es la angurria del poder por el poder mismo, no tienen otro objetivo que conservar el poder”, explicó. Y es que tanto el oficialismo como Alfaro están impedidos de poder aspirar a continuar gobernando ya que la Constitución así lo determina. Salvo, que se produjera una reforma de la misma que habilite a continuar presentándose a elecciones provinciales ejecutivas.
“Es por ello que me están atacando de manera tan virulenta, porque soy el obstáculo para que el oficialismo obtenga la reforma. Por eso el alfarismo se prende en esta estrategia de dañarme a toda costa para quebrarme y ponerme de rodillas y yo necesite de ellos”, analizó Ricardo Bussi. “Ahí pueden armar 150 acusaciones más que no obtendrán la reforma porque creo que Tucumán no se merece semejante manoseo institucional”, finalizó.