Según informes, la empresa Avanco, propiedad del ingeniero Rubén Rojkés, a cargo de la realización de la obra, habría iniciado la construcción de calles, pórtico y dependencias administrativas sin contar con los permisos municipales correspondientes.
Cantares es un proyecto de la empresa Avanco, de las familias Alperovich y Rojkés, y del Grupo Lucci, de los hermanos Daniel y Pablo Lucci.
Pero eso no es todo: la situación se agrava aún más ya que fue revelado que la mayoría de los terrenos fueron vendidos a particulares, a pesar de que la urbanización no cuenta con la aprobación municipal. Esto se debe a que la empresa no ha presentado la documentación técnica requerida, incluyendo planos de obra construida firmados por un profesional, tal como lo exige el código de planeamiento urbano de la Municipalidad.
En una reunión convocada el 21 de agosto, el Fiscal Municipal informó personalmente a Rojkés sobre la necesidad de presentar la documentación de obra firmada, dado que se había detectado la construcción sin habilitación municipal. Sin embargo, el empresario se habría negado a hacerlo y hasta la fecha no ha dado la cara para regularizar la situación.
Ante esta grave conducta, la Municipalidad de Tafí Viejo procedió a clausurar la obra a través del Tribunal de Faltas del Municipio.
No obstante, la empresa ha violado sistemáticamente las fajas de clausura, obligando a las autoridades a poner custodia para evitar que se continúe construyendo.
Además de las irregularidades legales, el proceder ético de la empresa también ha sido cuestionado, según publica eltucumano.com. Los obreros que han quedado sin trabajo y culpan a la municipalidad por la paralización de la obra, ya que aparentemente se les habría informado desde la empresa que la municipalidad les robó los planos.

El Fiscal Municipal declaró que la intención de la Municipalidad de Tafí Viejo es impedir que estos empresarios vendan lotes no aprobados a particulares, quienes se convierten en víctimas de este proceder irregular. Se mencionó también el caso del Barrio Las Quintas II, donde los residentes no cuentan con servicios básicos como agua potable y cloacas, y los excedentes pluviales desagotan al Barrio Lomas de Tafí, precisamente por la falta de aprobación municipal de los planos.
Este caso pone de manifiesto la importancia de que los desarrollos inmobiliarios se lleven a cabo respetando las normativas vigentes y los procesos de aprobación establecidos por las autoridades competentes, a fin de garantizar la seguridad y calidad de vida de los futuros residentes.
