Hace menos de un mes arrancó la temporada de calor y a la negligente empresa EDET no se le ocurrió mejor idea que la de hacerla debutar con una serie de nefastos cortes masivos de luz y equipos de aire que no enfrían por la baja tensión. De esa forma, esta empresa comenzó a tener carta libre para seguir estafando a los tucumanos mientras les cobra la tarifa más cara del país. Pero eso no es todo.
Y es que decenas de miles de tucumanos se ven amenazados ante la posibilidad de quedarse sin energía eléctrica de cara a lo que promete ser la segunda ola de calor sólo en este mes de noviembre cuando apenas dejamos atrás a la primera. En ese marco, desde el Frente de Organizaciones en Defensa de los Consumidores y Usuarios (Fodecus) advirtieron los aumentos que se vienen podrían matar a la gente.
Y es que son muchos los usuarios que se verían perjudicados al tener que enfrentar la penosa decisión de tener que decidir entre comer o pagar la luz, cuando demasiados de ellos precisan de la luz como si se tratara de agua en el desierto. En ese sentido, está claro que la insensibilidad de EDET la llevó a cobrar la electricidad más cara de la Argentina, con tarifas cuatro veces más elevadas que las que se pagan en Santiago del Estero o Buenos Aires, sólo por citar solo dos ejemplos.
Tampoco les moviliza el corazón el hecho de que organizaciones de usuarios realicen cuanta marcha de protesta lleven a cabo contra las sedes de EDET, en avenida Avellaneda al 205 pidiendo la urgente intervención de la provincia para frenar los abusos que sufren los consumidores tucumanos y que en el verano que todavía no llegó pero que ya hace sentir su furia climática, amenaza con ser feroz.
Ya de por sí, las últimas boletas de EDET llegaron con incrementos superiores al 100%, según reportaron usuarios. Como si esto fuera poco, además ofrece un servicio paupérrimo, con permanentes cortes en el suministro de energía, y bajas en la tensión eléctrica que provocan daños en los artefactos de los usuarios. Algo que también podría provocar la muerte de tantas personas, incluso, si lograran abonar tarifas carísimas.
Para colmo, pareciera que lloviese sobre mojado a causa de que el ente regulador, en tanto, funciona en la práctica como socio de la empresa que se lleva sus millonarias ganancias afuera de la provincia. “Nos tienen de rehenes, el ERSEPT, lejos de defendernos, se convirtió en una secretaría de EDET, son socios”, afirmó José García, de Fodecus, con toda la razón acerca del ente provincial.
//FODECUS y UTEP realizaron un reclamo en las puertas de EDET
El ERSEPT, además, tiene centenares de empleados cuyos sueldos son pagados por los usuarios, con fondos que incrementan la factura de EDET. “Las tarifas son impagables y la gente no da más”, afirmó García, al tiempo que solicitó al gobierno que tome cartas en el asunto. “Tenemos un repudio total contra el ERSEPT, hay que separarlo o intervenirlo, están perjudicando a casi 600.000 usuarios”, añadió García.
Los clientes de EDET mostraron facturas de más de 20.000 pesos, que se hacen impagables para muchos sectores, especialmente entre los pasivos. Las organizaciones de defensa del consumidor además aseguraron que el proceso de tarifa social no se cumple, por lo que exigieron soluciones urgentes. “Están matando a nuestros jubilados, poniéndolos en la opción de comer o pagar la luz”, indicaron.
En ese marco, cabe preguntarse entonces qué debe pasar para que se intervenga de una buena vez a EDET y al ERSEPT. ¿Acaso hace falta que mucha gente, sobre todo de la tercera edad, mueran a causa de no poder abonar las facturas de la luz que se incrementan con una frecuencia criminal? Las autoridades deben dejar de mirar para otro lado y tomar cartas en el asunto antes de que sea demasiado tarde.