Tras la confirmación formal por parte de Venezuela de la detención del gendarme, la Argentina entiende que se abre una nueva etapa de conversación. Los próximos pasos que planifican.
Pese a la fuerte escalada de la tensión con el gobierno de Nicolás Maduro, la Argentina entiende que el reconocimiento formal por parte de Venezuela de la detención de Nahuel Gallo abre una nueva etapa en el proceso de lograr la liberación del gendarme nacional, prisionero de las fuerzas bolivarianas desde el 8 de diciembre cuando intentó ingresar al país por la frontera con Colombia.
Al haber admitido oficialmente que Nahuel Gallo está detenido, a disposición de la justicia y con “garantía de respeto a su integridad física y derechos humanos” -tal como figura en la carta que recibió Brasil por parte de Venezuela y a la que tuvo acceso TN-, la Cancillería argentina entiende que todo reclamo y pedido de ahora en adelante se sustenta en un marco legal que debería ser respetado por el chavismo. De caso contrario, estaría infringiendo acuerdos y convenciones internacionales.
Este giro se produjo el jueves a la mañana cuando la embajada brasileña en Caracas a cargo de la diplomática Glivânia Maria de Oliveira recibió, vía WhatsApp, una carta con la tan ansiada respuesta oficial por parte de la cancillería venezolana ante las consultas emitidas por Brasil sobre el paradero de Nahuel Gallo. El gobierno de Lula viene oficiando como intermediario con la Argentina al no haber diálogos diplomáticos desde que Maduro expulsó a los representantes argentinos tras las elecciones presidenciales.
La carta, que estaba fechada del día 23 de diciembre, fue inmediatamente reenviada por las autoridades brasileñas al canciller Gerardo Werthein, quien a su vez la compartió con Javier Milei, Patricia Bullrich y los principales funcionarios del gabinete que vienen siguiendo el derrotero de este proceso.
Más allá de la sorpresa de que la respuesta hubiese llegado de una manera tan informal como es una aplicación de mensajería, rápidamente se hizo un análisis legal y se llegó a la conclusión de que Nahuel Gallo dejaba de ser un desaparecido forzado para pasar a ser un detenido oficialmente reconocido por Venezuela.
“Toda persona detenida sujeta a un proceso judicial como se supone está expuesto Nahuel tiene el derecho a contar con una representación legal y un debido proceso acorde según las normas internacionales”, esgrimieron distintas fuentes oficiales en diálogo con TN, para luego agregar: “De ahora en adelante la Argentina, a través de Brasil, no pedirá más información sobre nuestro gendarme, sino que la exigirá, porque así debe ser compartida”.
Es la misma línea dura que tanto Werthein como Bullrich adoptaron en la jornada del viernes durante la conferencia de prensa con la familia de Gallo y las posteriores publicaciones en redes. Hasta el momento, hay una decisión de confrontar y desmentir las acusaciones que lleguen desde Caracas a través de los distintos voceros que tiene Maduro.
A pesar de las evidentes diferencias entre Javier Milei y Luiz Inácio Lula da Silva, en el gobierno argentino están cada vez más conformes con el respaldo que están recibiendo por parte de Brasil. Existe un acuerdo de cooperación consular en el marco del Mercosur que le da una justificación legal a la representación brasileña en Venezuela para solicitar información sobre Nahuel Gallo. No se descarta que los abogados que intenten representar al gendarme también tengan vínculos con el Palacio del Planalto.
Lula está ante un delicado juego de apoyar a la Argentina en términos diplomáticos y consulares pero sin romper los canales de comunicación abiertos con el chavismo. No todo lo que se sabe llega por vías oficiales, gran parte de los avances en estos procesos engorrosos se logran gracias a los vínculos informales o extraoficiales. Es por eso que Milei no le pediría un apoyo público a Lula, porque sabe que complicaría la posición internacional del líder del PT.
En este contexto, y mientras la tensión bilateral aumenta entre acusaciones del fiscal general Tarek William Saab con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el canciller, Gerardo Werthein, la Argentina se seguirá apoyando en Brasil para lograr obtener información que no fue respondida en la primera carta del chavismo: dónde se encuentra alojado Nahuel Gallo, cuáles son los cargos formales que se le imputa y cuáles son las respectivas pruebas del supuesto plan de terrorismo y desestabilización. Posiblemente se envíe un nuevo pedido formal a través de Brasilia.
Al mismo tiempo, avanzan las conversaciones de la Cancillería argentina para recibir un apoyo público por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) y se trabaja en una posible presentación judicial ante la Corte Penal Internacional (CPI), el máximo tribunal internacional que investiga delitos de personas físicas y donde el chavismo tiene distintas causas abiertas.
Desde la Casa Rosada buscan ser muy cautos para preservar la integridad física no sólo del gendarme sino la de su pareja y el nene de casi dos años que tienen en común. Niegan, además, una y otra vez las acusaciones de que Nahuel Gallo era parte de un “plan criminal” -como esgrime el chavismo- y que la visita sentimental era una pantalla para entrar al país. “Todo mentira, vamos a seguir hasta lograr su liberación”, sentenció la ministra Bullrich.