Cristina Pérez abrió su programa Confesiones por Radio Mitre contestándole a Axel Kicillof luego de sus declaraciones y la de su esposa defenestrando a Beatriz Sarlo tras denunciar el ofrecimiento que recibió para ser vacunada por fuera del cronograma estipulado.
El gobernador Axel Kicillof debería haber revelado el ofrecimiento para concientizar a la población realizado a la escritora Beatriz Sarlo el mismo día que ella lo denunció en TN. Porque si era algo que consideraban que se estaba realizando por las vías adecuadas no tendrían que haber tenido problemas es explicitarlos.
Pero saben que es lo grave, que el gobernador hizo silencio. En ese silencio validó durante más de un mes la idea de que había ocurrido algo por debajo de la mesa. Es decir, no de cara a la sociedad, sino con total falta de transparencia.
En el mail que la propia Beatriz Sarlo le responde al editor que comparten con la mujer de Kicillof, ella le dice en una línea perfecta ‘No quiero vacunarme antes de que me toque solo porque soy un nombre conocido. No me parece ético’.
Hoy y me da vergüenza que sea la esposa del gobernador la que le diga a Beatriz Sarlo que salió a ‘cacarear’ mentiras. Me da vergüenza que sea la esposa de un gobernador la que ofenda a una pensadora, a otra mujer, a alguien que tuvo dignidad para responderle en el mismo día de un ofrecimiento que reconsiderara una idea que le parecía publicitaria y no ética comparándola con una gallina que sale a cacarear.
En ese mismo mail en el que la esposa del gobernador reconoce que aunque no vea a Beatriz Sarlo hace no se cuanto tiempo, si contactó al editor para que la sondeara con respecto a la posibilidad de darse la vacuna para concientizar a la población en momento en que la vacuna estaba cuestionada porque no tenía la validación pública. Es la propia esposa de Kicillof la que habla de la indiscutible reputación de Sarlo mientras hoy la acusa de sobreactuar honestidad.
Los que están actuando inocencia son el gobernador y su esposa, porque no pueden defenderse, entonces atacan. Porque la realidad es que lo más caro que en este momento tiene cualquier política social de cualquier país en el mundo que es contar con una vacuna para la mayor parte de su población no lo consiguieron y porque no tuvieron la decencia de al escuchar la denuncia de una persona prestigiosa en televisión, salir a transparentar. Simplemente porque no conocen la transparencia, porque lamentablemente la cadena de vacunatorios VIP en el país muestra una sola cosa: que lo normal suele pasar por debajo de la mesa.