El mercado inmobiliario atraviesa un contexto particular. Por un lado, los operadores del sector se mantienen expectantes por el tratamiento de la nueva Ley de Alquileres en el Congreso de la Nación. Y, por otro, tanto inquilinos como propietarios y agencias del rubro observan el impacto de la sostenida escalada inflacionaria en los valores que se manejan. En Tucumán, los precios de los montos mensuales varían según diversos factores.
Entre ellos, se cuentan ubicación del inmueble, características, antigüedad, etcétera. Sin embargo, a modo de referencia, expertos advirtieron que un monoambiente situado en Barrio Sur puede significar un alquiler mensual de $18.500. En cuanto a la actualización de la renta, las propiedades cedidas mediante contrato se guían por el índice del Banco Central de la República Argentina.
De todos modos, los dueños de inmuebles que están a la espera de inquilinos van actualizando los precios tomando como base la inflación mensual calculada por el Indec. Así, por ejemplo, en marzo este índice se pudo haber acercado al 6,5%. ¿Cuál es la situación en Ciudad de Buenos Aires? Allí los costos y los ajustes son diferentes, debido a las características del mercado inmobiliario porteño.
Allí, el valor promedio del alquiler de un monoambiente, en abril, fue de $47.485, ya que se registró un aumento del 6,3% de los precios en comparación con marzo. El barrio más caro para alquilar en la Ciudad de Buenos Aires es Puerto Madero, con un precio medio de $124.542; detrás aparecen Palermo ($74.607) y Núñez ($67.531). Mientras que los más económicos son Liniers ($45.839), Constitución ($46.521) y Montserrat ($46.592).
El punto en común entre el mercado inmobiliario de Tucumán y el del distrito porteño es la expectativa por la reforma a la Ley de Alquileres que se está tratando en el Congreso de la Nación. La discusión preliminar en la Cámara de Diputados no dio lugar a un dictamen único. Así, el bloque oficialista del Frente de Todos (FDT) intentará imponer sus números para sostener el espíritu de la normativa vigente, mientras Juntos por el Cambio busca reducir esos términos.
Ante la falta de acuerdo, en el sector no faltan quienes optan por la cautela, y prefieren aguardar por la redefinición de las reglas para avanzar con la firma de un contrato de alquiler. “Desde que en el gobierno salieron a decir que iban a modificar todo, en diciembre pasado, se generó una gran incertidumbre, y hasta que eso no desaparezca y esté claro qué régimen va a funcionar, mucha gente se va a mantener así”, advirtió un experto en el rubro.