Cuando resta cada vez menos para el sábado 24 de julio, día en el que vence el plazo para la presentación de listas de precandidatos a diputados y senadores rumbo a las primarias del 12 septiembre, todo indica que serían tres las listas que competirán en la interna de Juntos por el Cambio. Hasta el momento, se anunció que José Cano será precandidato a senador con Silvia Elías de Pérez como primera precandidata a diputada, intercambiando sus bancas actuales.
Mientras que el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, aspiraría a una banca en la cámara alta acompañado de su par de Concepción, Roberto Sánchez, como precandidato a diputado. Por último, el alfarismo anunció que la diputada Beatriz Ávila buscará una banca en el Senado y ayer se confirmó el respaldo de una línea interna radical, que se suma a su alianza con el PRO local.
Se trata de los correligionarios Raúl Albarracín y Sebastián Salazar, legislador provincial e intendente de Bella Vista, respectivamente. Cabe mencionar que fueron ambos quienes acompañaron a Germán Alfaro a su encuentro con Horacio Rodríguez Larreta y hoy constituyen la línea radical del alfarismo. Sin embargo, trascendió que en el radicalismo tucumano hacen gestiones contrarreloj para evitar la división interna.
Y es que temen que la misma le deje el terreno servido a Germán Alfaro para imponerse en las PASO y convertirse en el máximo referente de la oposición a Juan Manzur. En ese sentido, del lado radical afín a José Cano dicen que la otra lista radical sería funcional a los intereses de Alfaro y el peronismo. Mientras que en los sectores de Mariano Campero y Alfaro responden que Cano quiere mantener el lugar de referente opositor a Manzur.
Y que, incluso, no tiene intenciones reales de ganarle la gobernación al peronismo en 2023. Recuerdan, además, que Cano y Elías de Pérez ya tuvieron su chance de ir por la gobernación y perdieron contra el PJ. Ahora bien, cabe mencionar que en las últimas horas se dejó trascender que el verdadero objetivo de José Cano podría ser el de ir como candidato a intendente de San Miguel de Tucumán en 2023.
El problema es que Germán Alfaro imagina cederle a su esposa, Beatriz Ávila. De esta manera, la disputa Cano-Ávila podría adelantarse a las PASO de septiembre. Y es que un triunfo dejaría a Alfaro como el líder indiscutido de la oposición y candidato a pelearle la gobernación al peronismo en 2023. Para ello, tiene a su favor la posible dispersión del radicalismo y el poderoso aparato de la intendencia municipal.
Sin mencionar el respaldo de Horacio Rodríguez Larreta, quien ya lo bendijo como su hombre en la provincia y mandó a la cúpula del PRO tucumano a sumarse a su espacio para las PASO. Alfaro, siempre oportunista, le devolvió la gentileza apoyando su candidatura presidencial, en una muestra más de que Larreta se inclina a jugar en el interior del país con sectores del PRO y el peronismo aliado, antes que con el radicalismo.