Entre algunas caras de resignación y otras de alivio, el abastecimiento de combustibles, poco a poco, comienza a restablecerse en las principales estaciones de servicio de la capital tucumana y se espera que, desde mañana, comience a normalizarse, después de un domingo caliente y de un lunes poco alentador. Mientras que hay algunas petroleras que no pidieron sostener la demanda del fin de semana y llevan casi dos días con sus tanques vacíos, otras retomaron la distribución de naftas y de gasoil, por lo que las colas de autos y motos, que durante la mañana parecían eternas, con el paso de las horas se fueron haciendo un poco más cortas.
La falta de combustibles en todo el país se sintió con fuerzas durante el fin de semana, en donde la mayoría de los surtidores quedaron secos en unas cuantas horas. A lo largo del lunes paso algo similar, pero con muchas más estaciones de servicio en funcionamiento, aunque quedándose sin stock rápidamente. Esta mañana, otra vez la misma historia: largas filas de autos y motos, a la espera de un turno, que en muchos casos apenas les permite acceder a un cupo limitado.
Mientras que desde Capega, la cámara que nuclea a los dueños de las estaciones de servicio, esperaban que los camiones que transportan los combustibles regularicen sus entregas en las próximas horas, hubo algunas empresas que dejaron de atender el fin de semana, como es el caso de algunas expendedoras de Shell. Una de las propietarias, que prefirió preservar su identidad, manifestó que tenía la ilusión de que mañana se cumpla la promesa y pueda volver a atender al público: “estoy a la espera de la confirmación. Si viene de Santa Fe, mañana tendremos combustibles. Pero si viene de Buenos Aires, la demorará se extiende de 24 horas. Este es un problema de años. Tenemos cuota mensual límite y la de octubre se terminó antes del fin de semana”.
En otra estación de servicio, pero de YPF, el encargado de recibir a los transportistas contó que ayer habían abastecido sus reservas y que este mediodía tenían previsto descargar otro camión. Pero que la demanda sigue siendo alta. Fue el primero que abonó la teoría de una psicosis generalizada que, de ratos, pareciera adueñarse de la racionalidad de los tucumanos. “Hay gente que hace 45 minutos de cola, pide que le llenen el tanque y apenas le entran $2.000”, enfatizó.
A pocos metros de ahí, en un surtidor de Refinor, ubicado en la zona del parque 9 de Julio, los trabajadores de la playa contaron que el domingo, en seis horas, vendieron lo que, a veces, demoran una semana. Ellos llevan casi dos días sin poder expender combustibles y proyectaron que “mañana” las cosas iban a mejorar.
CON BIDONES. Algunos clientes buscaban llevarse algo de combustibles, principalmente para las motos. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO
Los clientes tucumanos, entre la necesidad y la psicosis
Con sentimientos dispares, los tucumanos y tucumanas que hicieron cola cerca del mediodía contaron historias disímiles. En el caso de Ariel, que maneja un auto rural haciendo viajes entre El Chañar y la capital, la situación lo afectó al punto de que no pudo salir a trabajar el fin de semana. “Tenía que cuidar la nafta. Eso repercutió en mis ingresos. Algunos de mis compañeros pudieron salir porque usan GNC, pero los otro no”. Algo similar le ocurrió a Emanuel Mendoza, que con su moto trabaja como mensajero y tuvo que recorrer hasta cinco estaciones de servicios, en diferentes puntos de la ciudad, hasta conseguir una carga. Para él, es una necesidad.
Como contracara, Luis Medina prefirió quedarse en casa el sábado y el domingo, para escapar a las largas y tediosas esperas: “hay un poco psicosis. El temor a quedarnos sin combustible. Por ejemplo, un compañero me contó que hizo dos veces la cola, para poder llenar el tanque. Yo vine ahora porque me avisaron que había poca cola”. En sintonía con el cliente que esperaba delante, Facundo Gómez también piensa que “hay de todo un poco. Pero hoy todos quieren cargar”.
Para Gonzalo Hinojosa, que circulaba en moto, fue una oportunidad y planeaba hacer una carga semanal, en lugar de las dos habituales: “tenía, pero vi la cola corta y me vine. Ya dejaron de vender bidones porque parece que los venden en las redes sociales”.
Con los hábitos y las costumbres alteradas desde hace meses por múltiples factores de la macroeconomía, los tucumanos y las tucumanas, como en el resto del país, tuvieron que lidiar todo el fin de semana para conseguir un poco de combustible. A veces por necesidad y, otras tantas, por el temor a quedarse sin nada y que mañana sea tarde.
Sergio Massa aseguró que el combustible apareció “mágicamente”
Desde el teatro San Martín, el sábado, el ministro de Economía, Sergio Massa, había lanzado un ultimátum a las empresas petroleras, para que normalicen la distribución de combustibles en todo el país.
Esta mañana, el también candidato a presidente por Unión por la Patria (UP) apuntó que “el abastecimiento es evidente que ha crecido. Ayer desde la tarde empezó a aparecer ‘mágicamente’ combustible que no estaba y las petroleras tienen hasta mañana a las 12 de la noche para resolverlo. Entiendo que productoras, destilerías y las cámaras de estaciones de servicio estaba trabajando todas juntas en un cronograma de abastecimiento.
Desde la Secretaría de Energía informaron a los medios que “estimamos que el martes a la noche, miércoles a la mañana, se va a empezar a normalizar desde CABA hacia las provincias. Se va a resolver primero en el AMBA y después en el interior”.