El Banco Central (BCRA) vendió hoy otros US$62 millones de sus reservas, en una jornada que cerró, por tercera vez en lo que va de julio, con un saldo de intervenciones negativo. Fue el peor registro de venta de reservas en lo que va del mes.
Pese a todo, aún conserva un saldo neto a favor de US$227 millones en lo que va de julio, aunque viene de cerrar junio con el primer rojo de la gestión Milei. Ese mes, el saldo negativo llegó a US$47 millones.
La entidad no pudo evitar ese resultado en el día, en un momento en que el mercado volvió a tener la puesta lupa sobre las reservas, pese a que dejó que el dólar mayorista suba $1,50 en la jornada (cuando habitualmente lo mueve $0,50 por día). Así, ese tipo de cambió cerró $922,50/925,50 por unidad para compra y venta respectivamente.
El saldo negativo para las reservas se dio al cabo de una jornada en la que el volumen operado se contrajo 5% en relación al registrado ayer, al llegar hasta los US$261,3 millones. De esto se deduce que debió aportar al la rueda del día de sus necesitadas arcas el 23,7% de las divisas negociadas.
La venta de reservas le sirve al Gobierno, ahora preocupado por achicar la cantidad de pesos que circulan en la economía, para absorber liquidez. De hecho, por esa vía, logró hoy una absorción de $57.381 millones, considerando el tipo de cambio oficial de cierre.
Sin embargo, golpea las expectativas de los inversores porque mantiene la tenencia propia del BCRA en la “zona roja”, ya que se estima que es negativa en unos US$3000 millones, según los números que su propio vicepresidente, Vladimir Werning, reveló en una ponencia realizada en Nueva York ante inversores días atrás.
Con este escenario, el BCRA se quedó sin recursos genuinos para operar sobre la brecha cambiaria, dado que según la regla que enumeró allí volcaría el resultado de la ganancia que obtiene por comprar a $925,50 lo que luego vende a través del dólar Contado con Liquidación a $1332,64. Esto colabora a que esta diferencia haya vuelto a crecer por segundo día consecutivo.
“Consideramos que el bajo stock de reservas netas podría estar poniendo en duda la señal de que el equipo económico hará todo lo posible para mantener la brecha a raya, lo que la convierte en una amenaza más que un hecho. Según nuestros cálculos, el stock de reservas netas bajo la metodología FMI se ubica en un estimado de -US$5998 millones, cerca del mínimo reciente de -US$6351 millones del 9 de julio, tras el pago de intereses y capital de los Globales y Bonares. Para este cálculo contemplamos como pasivos de corto plazo los depósitos del Gobierno en moneda extranjera por US$1433 millones tras el pago de capital al FMI de este lunes por alrededor de US$640 millones y los intereses devengados y las amortizaciones de los Bopreal pagaderos en los próximos 12 meses por US$2166 millones”, explicaron al respecto los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI).
“Los dólares financieros se presentan más firmes tras la debilidad inicial, luego de los últimos anuncios económicos, con una brecha más estabilizada en torno al 40% a modo de pausa. Ocurre que se espera evaluar la estrategia de ventas que aplicaría el BCRA, tanto por el ritmo de reservas a utilizarse como el timing, y así es que los operadores continúan atentos a dichas señales”, coincidió en evaluar el economista Gustavo Ber.
La venta se produce en un contexto en que se discute en el mercado la decisión que habría tomado la entidad de enviar parte de sus tenencias de oro al exterior, algo que desde allí no confirman ni desmienten. La maniobra apuntaría a utilizarlo como garantía para conseguir dólares líquidos a través del Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), es decir, la entidad con la que recientemente había cancelado un crédito de US$3000 millones.