“Yo pido perdón a la familia pero temía por mi vida”, repitió tres veces Cayetano Valenzuela ante la jueza. El acusado de matar a tiros a Elisa Robles y a su bebé declaró esta noche en la audiencia de formalización de cargos y no negó ser el autor de los disparos. “El Chino” Valenzuela salió de prisión el 31 de diciembre y el 1° de enero mató a la vecina.
Valenzuela está acusado de haber ultimado a balazos a Elisa y de haber herido con la misma arma de fuego a dos de sus hermanas, Rita (ya recibió el alta) y Ana (en grave estado), además de al padre de las tres mujeres, Raúl Robles. La imputación es doble homicidio, por la muerte de Elisa y la de su bebé, que nació por una cesárea y murió dos horas después.
Esta noche, a las 20, comenzó la audiencia de formalización de cargos, ante la jueza Fanny Siriani. Valenzuela accedió a declarar pero no a responder preguntas.
El relato del imputado coincide en varios puntos con el de los testigos: aseguró que llegó a su casa y le hizo señas al marido de la víctima para que baje el volumen de la música. Entonces, señaló, comenzó una discusión y luego una pelea. Según Valenzuela, él no estaba armado pero sí lo estaban los Robles. Indicó que, en medio de la trifulca, él logró arrebatarles el arma.
“Yo le quito la pistola y la remonto, pero los disparos no fueron intencionales”, dijo, y comenzó a llorar. Insistió en que tenía miedo por su vida ya que su esposa e hijos estaban en el lugar. Señaló que su familia, al oír los disparos, huyó del lugar, dejándolo solo.
Valenzuela señaló que luego del hecho no tuvo la intención de escapar, sino de ir a buscar a la policía porque él también había recibido algunos golpes. En ese momento, se sacó la remera y mostró en la videoconferencia algunos moretones en los brazos y la espalda.
“Yo leo la palabra de Dios, leo el Evangelio”, señaló entre lágrimas y resaltó que era amigo de las víctimas, aunque las definió como “mujeres agresivas”.
Valenzuela pidió perdón en tres oportunidades a la familia durante su declaración, siempre aclarando que lo ocurrido fue porque él temía por su vida.