Los problemas son más visibles en algunas áreas que en otras. La pandemia de la Covid-19 ha obligado a varios miembros del gabinete tucumano a desistir de las vacaciones y, en el mejor de los casos, a posponerlas hasta cuando la ola de contagios se estacione o baje. Pocos son los que han tomado licencia. Este hecho ya significó una primera razón por la cual el clima interno se recalienta.
Hay algunos que no pueden retornar a sus funciones; otros que se recuperaron y están convalecientes. Pero la inmensa mayoría ha decidido seguir en sus puestos. El propio vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo, Osvaldo Jaldo, ha postergado su descanso. La tercera ola no le da tregua. En ese marco, tampoco ayudan las decisiones que se toman en la Casa Rosada.
Y es que las mismas involucran reuniones de apoyo político e institucional para la gestión del presidente Alberto Fernández. En ese sentido, si para muestra basta un botón, durante la mañana de ayer, algunos miembros del gabinete deslizaron, en tono de broma, que pronto les llegará el turno del descanso. “No sé si cuando vuelvan el sillón que tienen estará disponible”, cuentan que lanzó Jaldo en un tono de ironía.
Uno que, en cierta medida, exterioriza los aires de renovación que el tranqueño quiere darle a la gestión desde el primer día que se hizo cargo de la Gobernación, el 20 de septiembre pasado. El ánimo matinal del vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo no era el mejor. Muy temprano pidió que se protocolicen todos los instrumentos jurídicos para darle las gracias a Mariano Garmendia por los servicios prestados.
El ex funcionario provincial se desempeñó en la Secretaría de Estado de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Desarrollo Productivo. Esa misma mañana había sido nominado para la presidencia del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), un cargo al que ya había aspirado apenas arrancó la gestión de Alberto Fernández. En aquella oportunidad no pudo ser.
Ahora bien, cabe preguntarse entonces: ¿Qué alteró el semblante del compañero de fórmula del actual jefe de Gabinete de la Nación, Juan Manzur? En el círculo cercano a Osvaldo Jaldo se comenta que el mandatario interino se enteró por los medios de la designación nacional de Garmendia y que nadie le comunicó sobre la necesidad de un recambio en el área de Desarrollo Productivo.
Jaldo estaba en Buenos Aires asistiendo a la cumbre convocada en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada donde el ministro de Economía Martín Guzmán expuso algunos detalles de la negociación con el FMI. Dicen que hubo un intento de llamada para darle la buena nueva. Jaldo prefirió no contestar acerca de este episodio. No lo afirmó ni lo negó. En el Gobierno creen que dos o tres colaboradores más del gobernador en uso de licencia tiene destino federal.
A su manera, Manzur y Jaldo intentan consolidar su gestión. El primero trata de resistir a los embates internos y externos, en un puesto que hoy concentra las decisiones presupuestarias del Gobierno nacional. Mientras que el segundo, a su vez, trata de darle su impronta a una administración que aún le quedan poco menos de dos años y un proceso eleccionario a la vista, en 2023, con la idea de continuidad.