Ayer el presidente Alberto Fernández aseveró a las autoridades nacionales de la Mesa de Enlace que el Gobierno no subirá las retenciones a las exportaciones agrícolas y que tampoco recurrirá a instrumentos de esa naturaleza. Sin embargo, la promesa de palabra quedó supeditada a que los ruralistas “revisen” el aumento de precios en la cadena de producción de alimentos.
El encuentro se produjo en la Casa Rosada por pedido de los representantes del campo luego de que el propio mandatario amenazara, el fin de semana, con intervenir los mercados del sector primario ante la creciente inflación. Los titulares de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina; de Coninagro, Carlos Iannizzotto; de Confederaciones Rurales Argentinas, Jorge Chemes; y de la Federación Agraria, Carlos Achetoni, le solicitaron al oficialismo una mayor comunicación para evitar enfrentamientos.
Pero los representantes de los productores tucumanos no tardaron en dar su opinión acerca del encuentro. Algunos valoraron que el Gobierno haya accedido al diálogo e incluso vieron positivo que el incremento de las retenciones haya quedado descartado, al menos por ahora.
Sin embargo, el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán, Sebastián Murga, paso por el aire de Radio Bicentenario y advirtió que esperaba mucho más de la reunión y principalmente del presidente Alberto Fernández.
“Las noticias que tenemos nosotros es que el gobierno nacional dijo que no aumentará las retenciones y que no se limitaría la exportación de materia prima. En lo personal esperaba que el Presidente se retracte de su prepotencia, principalmente de la amenaza que dijo dos días antes, el campo no es formador de presos bajo ningún punto de vista”, comenzó diciendo.
Además, el titular expresó: “me hubiese gustado escuchar por parte del gobierno, que hagan una autocrítica sobre lo que nos está costando hoy vivir a los argentinos y esto no lo causan los sectores ni que producen ni que comercializan, sino lo que está causando esto es una enorme voracidad del estado impositivo, un gasto político y publico desmedido y gobiernos que son ineficientes, y toda esta estructura política que terminamos pagando todos los que producimos y trabajamos son los que causan el daño que hoy tenemos”.
No obstante, advirtió que el sector mantiene una alerta constante ante la posibilidad latente de que un nuevo anuncio oficial los ponga en jaque.
“Hay una gran falta de política agropecuaria, vemos una improvisación absoluta en cuanto a las medidas que toman, así no podemos dar previsibilidad a nuestros compradores, no beneficia a generar mano de obra, y hace mucho daño a nuestro país”.
