Muchas veces sucede que cuando se conoce un hecho de inseguridad, el temor aparezca a partir de lo registrado. Sin embargo, cuántos más delitos se cometen y quedan ocultos porque no existe denuncia ante la incredulidad de la ciudadanía en que la inseguridad pueda resolverse. En los últimos días se escucha a muchos políticos de la oposición tucumana rasgarse las vestiduras en torno a la violencia que se vive en ocasiones de robo en nuestra provincia.
No obstante, durante mucho tiempo callaron, incluso, si hasta le votaron la fantástica ley “antimotochorro” que no cambió absolutamente nada. A diario se registran robos mediante esta modalidad, además, hasta existen videos que captan la secuencia exacta en la que los delincuentes se hacen con el botín. Este registro visual se grava a fuego en la retina de los ciudadanos y el temor se retroalimenta de nuevo hasta paralizar a todos.
Pero, además, puede visualizarse como hasta gatillan los propios malvivientes cuando no pueden quedarse con los rodados. Y se trata muchas veces de menores de edad, quienes profundizan con este tipo de accionar los prontuarios que ya los vieron tener problemas con la Justicia. Todo esto continúa pasando, y para peor, se ha profundizado a raíz de la crisis económica en la que se encuentran la provincia y el país.
¿Y la ley antimotochorro promovida por el legislador Gerónimo Vargas Aignasse, que todo el bloque oficialista aprobó a dos manos? A diario queda demostrado, que esta ley es totalmente inservible, la inutilidad de la normativa para combatir a ciencia cierta la inseguridad es clara, los delitos continúan, los delincuentes circulan tranquilamente por toda la ciudad, ante una mirada de desconcierto de las autoridades. Este tipo de ataque se sigue produciendo y en distintos puntos de la ciudad, algunos de los cuales se hayan dentro de las mismas cuatro avenidas. ¿Y mientras tanto qué hace el ministro Claudio Maley?
No se preocupa demasiado, tiene guardia y protección las 24 horas del día. La oposición de Tucumán pide su cabeza en charola de plata y exige que el gobernador Juan Manzur lo eche. Hacen hincapié en el hecho de nuestra provincia se ha convertido en una de las más violentas a nivel país. La ineficiencia de Claudio Maley es sostenida y ni siquiera cuestionada por el propio mandatario local. Por cierto, ¿y él que hace?.
La desidia se ha apoderado del que sueña con poder modificar la mismísima Constitución para continuar en el poder. Y es por ello que Juan Manzur sostiene en su cargo a Claudio Maley. La eficacia nunca fue perseguida por la actual administración gubernamental. Solo le interesa la acumulación de poder a como dé lugar y la gente de a pie no resulta más que peones en este perverso ajedrez que juegan en el oficialismo.
[su_note note_color=”#0A8C06″ text_color=”#ffffff” radius=”10″ class=””]La inseguridad no es un tema más y siempre está al tope de las preocupaciones máximas de la sociedad. Por más que se escondan las cosas, “jamás podrán ocultar la realidad”.[/su_note]