A la interna del peronismo que contamos desde Tucumán Despierta ayer, debe sumársele hoy la rebelión que existe en el seno del Justicialismo. La misma, tiene como abanderados a los gobernadores del PJ, quienes se le plantaron a Alberto Fernández y le exigieron que se defina de una buena vez y elimine las PASO. Incluso, llegaron a amenazarlo con el adelanto masivo de las elecciones legislativas de este año.
Ingenuamente, el presidente creyó que en la reunión que mantuvo con los gobernadores en La Rioja, el contexto sería ameno, pero los mandatarios provinciales tenían otros planes. Y fueron justamente los peronistas de las provincias del norte argentino los que le reiteraron el pedido para suspender las PASO, una idea sobre la que no hay avances porque Cristina Kirchner y La Cámpora no quieren que se suspendan las internas.
Es por ello que los gobernadores le lanzaron sobre la mesa a Alberto Fernández una advertencia que sonó a amenaza velada: y es que varios mandatarios empiezan a pensar en adelantar los comicios provinciales ante el escenario planteado. De hecho, ni lerdo ni perezoso, el gobernador salteño Gustavo Sáenz convocó a legislativas para el 4 de julio y en Misiones, Oscar Herrera Ahuad, serían a principios de junio.
Lo que no se esperaba Fernández es que los gobernadores se reunieran solos entre ellos antes del encuentro con el presidente. Allí, acordaron presionar en favor de la eliminación de las PASO, por lo que el pedido que luego hicieron no tuvo nada de improvisado. Como sucedió a principios de diciembre, Fernández volvió a escuchar el reclamo de los mandatarios para que suspenda las primarias.
El argumento de que no es conveniente movilizar a tanta gente en pleno invierno en medio de la pandemia volvió a repetirse, cuando en realidad, lo que los gobernadores no quieren es quedar pegados al oficialismo nacional temiendo una derrota del peronismo por su mala gestión sanitaria y económica. En este turno, los mandatarios buscaran asegurarse el control de sus legislaturas en los dos años restantes antes de las elecciones provinciales y nacionales del 2023.
La idea de los mandatarios provinciales es despegarse del Gobierno nacional cuando los números no acompañan, por lo que los gobernadores apuestan a centrar la discusión en lo provincial y no sufrir el arrastre negativo nacional. El problema es que el Gobierno nacional apunta a consolidar el manejo del Senado y tratar de tener más comodidad en Diputados, donde está obligado a negociar cada ley.
Pero el problema es que los gobernadores presentan la ley para suspender las primarias, pero el kirchnerismo la enfría. Cabe recordar que a fines del año pasado, el pedido estuvo encabezado por Capitanich, mientras que Manzur mandó a Pablo Yedlin a presentar el proyecto de suspensión en Diputados. Ese proyecto no pasó de la mesa de entradas de la Cámara de Diputados porque en el kirchnerismo no hay ninguna intención de suspender las PASO.
Y es que se trata de una herramienta que se guardan para disputar lugares en las listas distritales y provinciales. Sin ese apoyo, Alberto Fernández no se movió para avanzar con la suspensión. Esto es tan así que el Ministerio del Interior que conduce Wado De Pedro sigue con la organización de los comicios por órdenes de Cristina Kirchner. Un dato a tener en cuenta es que el proyecto no fue incluido en sesiones extraordinarias.
Esto significa que, de mínima, debería esperar para comenzar a ser tratado en el Congreso de la Nación, donde con mucho empuje podría ser aprobado en abril con el cronograma electoral en pleno desarrollo. Por lo que la posibilidad de un cambio de reglas sobre la marcha no parece viable. Ante este panorama, cabe preguntarse entonces si, por la postura de Cristina Kirchner y por la falta de decisión de Alberto Fernández: ¿Se viene la ruptura interna en el peronismo?
