Este miércoles el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) compartió el informe de inflación de agosto, en el cual se revela que por segundo mes consecutivo uno de los rubros tuvo un aumento anual de tres dígitos. Se trata del grupo “Prendas de vestir y calzado”, que registró aumentos del 109% en los últimos 12 meses.
El sector de la indumentaria es el que mayor incremento de precios registró en agosto pasado en relación al mismo mes del año anterior. En la medición nacional llegó al 109%. De ese modo, los precios de la ropa subieron 31 puntos porcentuales por encima del nivel general, que se ubicó en 78,5%. El pico por zonas alcanzó el 111,7% de aumento en el Gran Buenos Aires, compensado con aumentos menores en otras áreas del país, aunque siempre por encima del 100 por ciento.
En la segmentación, el rubro que le siguió a “Prendas de vestir y calzado” fue “Restaurantes y hoteles”, con un alza del 97,5%. Se trata de la actividad que sigue recomponiendo su balance tras haber padecido las consecuencias de la pandemia.
“Alimentos y bebidas no alcohólicas”, con 80%, y “Equipamiento y mantenimiento del hogar”, con el 79,2%, también registraron en el último año aumentos superiores al 78,5% del promedio general. Por debajo de esa línea, se ubicaron “Salud” (74,6%), “Bienes y servicios varios” (73,3%), “Recreación y cultura” (72,1%), “Transporte” (71%), “Bebidas alcohólicas y tabaco” (69,1%), “Educación” (65,8%), “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” (56,8%) y “Comunicación” (41,8%).
Durante agosto, el aumento de los precios del segmento “Prendas de vestir y calzado” fue de 9,9% y se ubicó, una vez más, por encima del nivel general de inflación que alcanzó el 7 por ciento. A esta división le siguieron “Bienes y servicios varios” (8,7%), “Equipamiento y Mantenimiento del hogar” (8,4%), “Alimentos y bebidas no alcohólicas” (7,1%) y “Bebidas alcohólicas y tabaco” (7%).
Por debajo del nivel general, se ubicaron “Transporte” (6,8%), “Restaurantes y hoteles” (6,7%), “Salud (5,7%), “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” (5,5%), “Recreación y cultura” (5%), “Educación (5%) y “Comunicación (4,1%), según detalló el informe del Indec.
La fuerte suba de los precios de las prendas de vestir ya había impactado en la medición del Indec de julio, ya que el aumento interanual se situó en 96% pero en la división por regiones el incremento en el Gran Buenos Aires había llegado al 100,5%. De esa forma, el informe de inflación difundido por el Indec el mes pasado mostró por primera vez en los últimos 30 años un dato con un aumento anual superior a los tres dígitos
La suba de precios de la indumentaria se contrapone a la política de protección de la actividad que impulsó el Gobierno. El propio Presidente Alberto Fernández se había referido al tema cuando indicó en mayo: “Hay un desmadre de los precios en ese rubro. Los protejo, no dejo entrar productos elaborados de China y los precios no paran de subir acá. Se vuelven en contra de la gente”.
Las palabras del mandatario tuvieron lugar en mayo, cuando ya se veía que este rubro aumentaba por considerablemente más que el resto de las divisiones, muchas de las cuales tiene controles de precios y otras políticas oficiales que buscan mantener las tarifas. Desde hace muchos años, tanto los alimentos como los artículos de primera necesidad forman parte del programa Precios Cuidados y en otros planes similares.
Otros servicios, como el transporte, la salud o las comunicaciones, también tienen fuertes regulaciones oficiales para mantener sus precios a raya.
Pero este no es el caso de la ropa, que tuvo la “protección” señalada expresamente por el Presidente o al menos no ha sido incluida en las múltiples formas de control oficial que rigen la mayoría de los precios de la economía. En marzo se lanzó un modesto programa de 90 días denominado “Acción Moda”, que contemplaba que 70 marcas de indumentaria ofrezcan prendas a precios accesibles en 2.000 puntos de venta en todo el país. Las cifras del Indec indican que tuvo poco efecto.
Desde el sector se esgrimen diversas justificaciones para la suba de los precios, tales como el aumento de los insumos y la falta de oferta por el cierre de talleres textiles. Sumado a esto, alegan que hay mucha oferta de prendas de vestir importadas, por lo que la protección no es ilimitada.