El fuego en la producción de caña de azúcar es mala palabra y está penado por la ley; sin embargo se siguen viendo las quemazones en los campos tucumanos, realizadas generalmente de manera desaprensiva, sin tener en cuenta los daños que producen. Esta práctica ilegal, lamentablemente, vuelve a generar focos de contaminación en la provincia.
“Se detectaron varios puntos de fuego en el sur provincial, desde Simoca hacia el Sur, y algunos en Monteros. Esto nos llamó mucho la atención ya que la concentración de quema de cañaverales se da en la zona Este, en localidades como Ranchillos, Leales, donde no tuvimos eventos registrados en la jornada”, puntualizó Susana Meoni, directora de Fiscalización Ambiental.
La funcionaria observó que en el Este, gran parte de la cala fue cosechada y el resto aún está.”En la zona más candente no hay fuego”, señaló. Además, agregó que “en el sur se está dando quema de rastrojo, no de caña en pie”.
Meoni instó a la comunidad a llamar al 103 para realizar la denuncia sobre los lugares donde se realiza la quema “indicando el lugar, tratando siempre de dar precisiones para agilizar el arribo de las patrullas ambientales para combatir el fuego”.
Los controles fueron llevados a cabo por los inspectores de Fiscalización Ambiental, Defensa Civil, Policía Ecológica y la secretaría de Estado.