El directivo de EDET Daniel Nicoloff aseguró que los daños provocados por los robos de cables y transformadores, alcanzan un valor de $ 20 millones.
En lo que va del año la empresa de distribución eléctrica de Tucumán sufrió la sustracción de 57 equipos, agravando una situación que ya se había observado en 2020, cuando se robaron ocho.
El ejecutivo atribuyó la ola de vandalismo al alto valor que alcanzó este año el cobre en el mercado internacional.
De todas formas, según Nicoloff, como los robos ocurrieron sobre todo en zonas rurales, el número de usuarios afectados fue menor a la que sugiere la cantidad de transformadores sustraídos.
El daño alcanzó también al servicio municipal de alumbrado público, que sufrió la sustracción de unos más de mil metros de cables, de cobre y aluminio, cuya reposición costará $ 1 millón.
El avance de los ladrones sobre el patrimonio comunitario incluyó el intento de robo de una columna de alumbrado, que no se concretó por el peso de la estructura.
