Por segunda vez en la cerrada serie con Atlético Mineiro, el VAR le anuló un gol a Boca, que luego perdió por penales y quedó eliminado de la Copa Libertadores.
En la definición desde los 12 pasos, el conjunto local se impuso 3 a 1. Para el Xeneize convirtió Rojo, mientras que Everson le detuvo los disparos de Villa y Rolón, e Izquierdoz la tiró afuera. Para Mineiro anotaron Nacho Fernández, Junior Alonso y Everson. En tanto, Hulk estrelló su remate en el poste derecho e Hyoran se resbaló y su tiro se fue muy por arriba del travesaño.
#LIBERTADORESxESPN Por esto se anuló el gol de Boca vs. Mineiro en Brasil. pic.twitter.com/ENfvKqLefy— SportsCenter (@SC_ESPN) July 21, 2021
Con esta celebrada y apretada clasificación, el Mineiro enfrentará en cuartos de final a Argentinos o a River, que este miércoles cerrarán su serie en La Paternal, luego del muy buen 1 a 1 disputado en el Monumental la semana pasada.
Hay que remontarse a 2015 para registrar la última vez que el equipo de la Ribera se quedó afuera del torneo continental en octavos de final. Entonces, el escándalo del gas pimienta en el desquite en la Bombonera frente a River derivó en su descalificación. Luego, se encadenaron un subcampeonato (2018), tres semifinales (2016, 2019 y 2020) y una no participación (2017).
El tanto anotado por Weigandt, luego de una grave falla del aquero Everson, fue invalidado por los árbitros que manejan la tecnología, que lograron detectar un supuesto offside de Diego González en el centro inicial.
Ocho minutos se interrumpió la acción por esa jugada, que obligó al árbitro uruguayo Esteban Ostojich a revisar todo en el monitor. Sin que nada quede lo suficientemente claro, el juez levantó su brazo y marcó el tiro libre indirecto para el conjunto local.
“Otra vez lo mismo”, gritó Miguel Russo desde el banco de suplentes. Ocurre que el tanto no convalidado en Belo Horizonte se suma al que no le cobraron a Diego González en la Bombonera, luego de una supuesta (e inexistente) infracción de Briasco sobre Nathan.
Los primeros minutos evidenciaron un lógico protagonismo del Mineiro, que intentó buscar una rápida apertura del marcador. Boca, atento, desactivó esas búsquedas iniciales.
El pésimo estado del campo de juego, muy mojado y con parches de césped en varios sectores, complicó a Boca, que tardó en acostumbrarse a ese suelo traicionero.
Mal parado en defensa, Boca sufrió por primera vez a los 4, MIneiro tuvo la primera clara. Tche Tche encaró solo hacia Rossi, que con solvencia pudo ganarle el mano a mano y evitar la caída de su valla.
Las patinadas se hicieron frecuentes. Primero fue Weigandt (que pudo recuperarse y volver a tomar posesión del balón) y más tarde Briasco, cerca del área rival.
En los primeros 10 minutos, un Boca aguerrido se mostró más enfocado en neutralizar los intentos locales que en generar ataques propios.
Consciente de que un gol complicaría al MIneiro, el Xeneize intentó edificar su primer ataque cerca de los 15. Un acertado pase largo y frontal de Rolón dejó a Villa cara a cara con Everson. Aunque el colombiano estaba en posición adelantada, fue un llamado de atención. Poco después, un buen remate de Briasco desde la izquierda fue desviado con esfuerzo por el arquero.
El correr de los minutos le permitieron a Boca dos cosas: acomodarse al resbaloso campo de juego y aplacar la presión local inicial. Aunque lejos de arrimarse a Everson con peligro real.
A los 23, Boca pisó el área rival. Y aunque el centro de Pavón no pudo ser conectado por Briasco, confirmó el buen pasar del Xeneize en el desarrollo del partido.
Con limitaciones para generar jugadas ofensivas, el equipo dirigido por Russo encontró como elemento de peligro las pelotas paradas. Entonces, fue sumando tiros libres y corners, que al menos en la primera media hora no pudo capitalizar en la red.
A diferencia del partido de ida en la Bombonera, Diego González estuvo lejos de destacarse en el comienzo. Y el equipo lo sintió. Demasiado quieto sobre el sector izquierdo del mediocampo, dejó de ser una opción para la generación de juego.
Después de la media hora, el partido ingresó en una meseta. En la cual ni uno ni otro pudo generar acciones de peligro. Todo se hizo demasiado embarullado en el mediocampo, y el juego se hizo deslucido.
Sin poder volver a acercarse a Rossi, Mineiro fue mas claro en la construcción de las jugadas de mitad de cancha en adelante. Con buenas asociaciones, sobre todo por el sector derecho. Y poblando el campo de juego xeneize. A Boca, en cambio, todo le costó más, con jugadas más aisladas e individuales.
A los 41 se dio una buena jugada xeneize. Una limpia pared entre Villa y Pavón terminó con un fuerte remate del colombiano desde afuera del area, que fue desviada con esfuerzo por Everson al corner.
Fue un aceptable primer tiempo de Boca. Muy atento en el plano defensivo y aguantando los embates del Mineiro, pero también equilibrando la disputa del mediocampo. Con buenas tareas de Izquierdoz y de Weigandt, que por derecha le ganó varios duelos a Nacho Fernández.
Segundo tiempo
Contra lo imaginado, el inicio del complemento encontró a Boca lanzado en ataque. Salvo Rossi, los otros 21 futbolistas se posicionaron en el campo local en esos primeros minutos.
El desarrollo continuó por el mismo carril que la pimera mitad, e incluso que el juego de ida en la Bombonera: demasiado trabado y friccionado, y con escasas situaciones de peligro.
El partido aparte que jugaron Nacho Fernández y Weigandt terminó con ambos amonestados a los 14 minutos, después de un duro cruce de insultos mientras la jugada estaba detenida. Fueron las primeras dos amonestaciones de la noche.
Después del gol de Weigandt, que sorpresivamente anuló el VAR despues de 8 minutos de deliberación, costó que Boca vuelva a entrar en el partido. Así y todo, pudo anotar a través de Pavón (buen remate cruzado que salió apenas desviado) y también estuvo cerca de marcar el Mineiro.
A los 47, Hulk estuvo muy cerca de conectar un centro peligrosísimo de Nacho Fernández. El reclamo del delantero por una aparente falta derivó en su amonestación.
Con el mismo sinsabor que sintió tras el partido de ida, Boca culminó los 98 minutos de juego sintiéndose estafado. Y todo se resolvió en los penales.