El presidente Alberto Fernández se encuentra en una gira por Europa con el fin de negociar con el FMI. Comenzaron entonces los indicios de que el mandatario pediría tener una segunda audiencia con el Papa Francisco. Sin embargo, esta noticia provocó revuelo dentro del Vaticano.
Desde que se aprobó la legalización del aborto en Argentina a fines del año pasado, la relación entre el pontífice y el gobierno de su país natal quedó dañada. Para la Iglesia, Fernández fomentó activamente su regulación y presionó a parte del Congreso para que voten a favor de sus ideales.
Mientras que el mundo transita una crisis sanitaria, económica y social, el Papa no consideró adecuado que se trate el proyecto cuando había tantas vidas en juego. Además, la Casa Rosada había hecho público que supuestamente Francisco apoyaba la legalización y quería que se vote cuanto antes. La relación entre las autoridades terminó por desgastarse, ya que el Papa se sintió manipulado con una falacia.
Es, entonces, que la secretaría de Estado del Vaticano le pidió al Gobierno Nacional que la audiencia se postergue. Pero en Roma no se puede hacer mucho más para convencerlos. Según su diplomacia, un jefe de Estado como el Papa debe aceptar todos los encuentros con el presidente de una Nación, aún más si su población es de mayoría católica.
Alberto Fernández se reunirá con el Papa el próximo jueves. (Presidencia/Archivo)Alberto Fernández. (Presidencia/Archivo)
La gira actual de Alberto Fernández para renegociar la deuda con el FMI y el Club de Paris pone al país en evidente necesidad de apoyo. Esto obliga aún más al Sumo Pontífice a aceptar el encuentro con el presidente ya que ha dado su apoyo a las naciones en vías de desarrollo que contienen deudas, siendo, además, su patria, y dejando de lado favoritismos políticos.
El mandatario ya había pedido ayuda a la Santa Sede para pagar las deudas y por eso fue una sorpresa que fomente, al mismo tiempo, la legalización del aborto. Sin embargo, el Papa sí mantiene una buena relación con el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien visitó Roma hace poco y recibe acoso dentro de la coalición oficialista.
El Papa no puede decir que no a una audiencia con el presidente. (DPA)
De todos modos, en el Vaticano opinan que un encuentro papal se encuentra fuera de lugar en una gira con fines económicos. Creen que Fernández busca ayuda política pública para desprenderse de la manipulación de la vicepresidenta Cristina Kirchner y de la Cámpora, y por eso invitó al viaje a una docena de periodistas.
La reunión será en el Palacio Apostólico y luego Alberto Fernández se encontrará con la comitiva presidencial. Esto significa que la visita será oficial, con estrictos protocolos y con un tiempo de permanencia máximo de media hora.