Germán Alfaro volvió a hacerlo. Y es que su gestión desastrosa al frente del Municipio de la capital sumó una nueva mancha más, aunque se trata de una en verdad escandalosa por donde se la mire. Esto se debe al hecho de que el intendente entregó la ciudad de San Miguel de Tucumán en bandeja de plata cual cerdo adobado, nada menos que a unos empresarios que se encuentran “flojitos de papeles”.
En esa línea, y en exclusiva, Tucumán Despierta constató que el representante de la empresa Tecno Agro Vial U.T.E. (30-71729636-9) Nicolás Martín Ohanessian, al momento de ser adjudicatario de la concesión de estacionamiento medido, se encontraba con otra de sus empresas en CABA en pleno “Concurso Preventivo”, según consta en el juicio “Tecno Agro Vial SA s/Concurso Preventivo”, expediente 111833/2002, que se tramitara en el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial, número 10 secretaría 19, CABA.
El mismo se encuentra a cargo del Dr. Pablo D. Frick, Juez subrogante quien hizo hace saber por dos días que el 14.03.2022 se ha declarado cumplido el concurso preventivo de Tecno Agro Vial S.A. de conformidad con lo dispuesto por la L.C.: 59. Buenos Aires, 15 de marzo de 2021. Ahora bien, la cuestión pasa por el hecho de que la gravedad de este hecho queda reflejada en un aspecto claro y contundente.
Y es que, quién sería el director de una empresa concursada, pretende quedarse con el 85% de la recaudación de las calles de San Miguel de Tucumán. Pero como si esto no fuera suficiente, la situación se agrava todavía más debido a que la empresa que formaron en nuestra provincia con la única intención espuria de que Germán Alfaro le entregue un negocio de miles de millones de pesos por 10 años.
Esto de ninguna manera puede ser una simple casualidad si tenemos en cuenta que, curiosamente, resta menos de un año para que tengan lugar las elecciones provinciales y de las cuales Germán Alfaro ya no tiene reelección en el cargo de intendente de la capital. Todo parece indicar que de una especie de “retornos” se trataría este verdadero escándalo que parece llover sobre mojado para el intendente capitalino.
Esto se debe a que la vergonzosa actitud de Germán Alfaro empeora si se considera que la manera en la que esta polémica y negligente accionar se llevó a cabo fue por medio de una contratación directa, es decir, sin licitación alguna. Si para muestra basta un botón, cabe mencionar que la empresa en cuestión es TECNO AGRO VIAL U.T.E. (Unión Transitoria de Empresas).
Esta firma se encuentra representada por Nicolás Martín Ohanessian, CUIT: 30717296369. Este sujeto, además, dirige una una empresa en la Ciudad de Buenos Aires que se encuentra en Concurso Preventivo hace 20 años en la Justicia.
En lo que hace a la fecha de Inscripción en AFIP y en Rentas provincial, la U.T.E. conformada en nuestra provincia, data apenas de septiembre del año pasado. Para colmo, figura como empleador todavía con menos tiempo ya que lo hizo recién desde febrero de este año. Una empresa creada para quedarse con el monopolio de las calles de la ciudad, sin antecedentes que la respalden, sin trayectoria.
La actividad principal con la que figura tanto en AFIP como en Rentas de la provincia es “Servicios Empresariales N.C.P.”. En ese sentido, los antecedentes y experiencia en estacionamiento medido por parte de esta firma son, como se presumía, absolutamente ninguna, es decir, no posee idoneidad alguna. Esto se suma al grave hecho de que viola lo estipulado en el propio pliego de bases y condiciones generales.
Al respecto, cabe mencionar que, en el mismo, más específicamente, en lo que hace al artículo 10, establece: “Impedimentos para ofertar. No podrán resultar oferentes por sí o por interpósitas personas…; 2) Los concursados o con procesos judiciales de quiebra…”. Asimismo, en el artículo 28, del mismo pliego, se establece: “Causas de extinción. El Contrato de Concesión debe extinguirse por: 1) Conclusión normal… Por concurso preventivo, quiebra o liquidación del concesionario…”.
De esta manera, queda claro que resulta necesario resaltar que esa declaración de nulidad, bajo ningún motivo, le podría costar al municipio. Entonces todos los caminos conducen a Roma dice el dicho, y aquí parece que Germán Alfaro habría intentando estafar a la ciudad que gobierna.
Por otro lado, además de las cuestiones legales antes mencionadas, surge claramente una situación de atropello a los vecinos, a los trabajadores informales, al sistema republicano, a la legalidad. Lo cual demuestra, una vez más, que Germán Alfaro no es más que un oportunista que sólo tiene como objetivo espurio acumular poder sin importar los atropellos institucionales que implique su fraudulenta cruzada.
