El pasado viernes primero de marzo, una auditoría encargada por la intendenta Rossana Chahla reveló serias irregularidades en el Consorcio Público Metropolitano para la Gestión Integral de Residuos Urbanos. El estudio, liderado por el contador Octavio Nicolás Concilio del Estudio Concilio & Sarralde, indica un uso indebido del Consorcio para proyectos no relacionados con su propósito original.
Uno de los dirigentes comprometidos por este desmanejo es el ex intendente de la Capital, Germán Alfaro, cuya gestión quedó bajo la mira, ya que el informe destaca que un 64% del total de las facturas recibidas por el Consorcio, entre enero y octubre de 2023, corresponden a tres cooperativas —Benjamín Aráoz, 14 de Agosto y Juntos Seremos Más—, las cuales se sospecha están afiliadas al alfarismo.
Estas cooperativas emitieron facturas nada menos que por más de $4.900 millones, pero solo $2.800 millones están justificados por pagos del Consorcio. Curiosamente, los responsables de las cooperativas afirmaron no tener deudas pendientes con el ente. Además, se observó que muchas facturas presentan fechas de emisión posteriores a los cheques de pago, algunas con diferencias de varios meses.
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Notablemente, el 57% de estas facturas se emitieron en octubre de 2023, justo antes de que concluyera la administración de Alfaro. Esta documentación, junto con los anexos pertinentes, ha sido entregada a la Justicia provincial tras una denuncia realizada esta semana por el fiscal municipal Conrado Mosqueira. Por esta presentación judicial, el diario La Gaceta tituló en su edición del domingo, en su versión papel, que “Chahla denunció a Alfaro por Administración Fraudulenta”.
Lo cierto es que fue algo que hizo estallar de furia al ex Jefe Municipal. “Lo que sacó ayer el diario La Gaceta es totalmente falso. Es totalmente mentira, no tengo ninguna denuncia de administración fraudulenta”, lanzó ayer por la mañana en Los Primeros. Pero estuvo lejos de que el ataque a un medio de comunicación de parte de Germán Alfaro se terminara allí. Por el contrario, decidió redoblar la apuesta.
“Eso es mentira, falso. Yo conversé ayer con el directivo del diario La Gaceta, me pidió disculpas. Te piden disculpas en privado pero ya te han escrachado, vaya preso. Y si la tuviera, no tengo problemas de ponerme a disposición de la Justicia, como cuando uno denuncia, el otro se tiene que poner a disposición”, agregó muy enojado Alfaro. Nuevamente, decidió redoblar la apuesta y continuó atacando al periodismo.
Luego, el cada vez más comprometido presidente del Partido por la Justicia Social (PJS), explicó que “el consorcio metropolitano es una persona jurídica distinta al municipio de San Miguel de Tucumán, donde cada intendente, en este caso, Germán Alfaro, Darío Monteros, Carlos Najar, Campero, Solomon, tiene su representante”. Es decir, tratando de defender lo indefendible, comenzó a echar culpas a diestras y siniestra.
“Es una institución tiene su contador, su personal administrativo y ellos son los que administran. Y cada municipio hace un aporte. Tenemos el 65% de ese consorcio y tenemos un solo voto. Entonces esto es una mentira”, retrucó. “No recibí ninguna denuncia. El periodista que puso este título es mala leche, no sé cuáles son los intereses que persigue. La Gaceta no pone este título porque si, acá hay otras cosas por detrás”, acusó.
“Yo lo lamento porque mi esposa trabajó muchos años en ese medio, pero hoy si es verdad, no lo dice La Gaceta. La Gaceta miente”, sentenció Alfaro. “Hablé ayer (por el domingo) a la mañana con un directivo y me pidió disculpas, que después iba a tener mejor atención en la redacción. Esperaba hoy por lo menos dos o tres renglones y nada. Te hacen un daño irreparable, eso de ‘Es verdad lo dice La Gaceta’ es mentira. Es mentira, es falso, no tengo denuncia. Lo que hay es una investigación a los que administran el consorcio y yo no administro el consorcio”, afirmó.
Por último, un cada vez más nervioso Alfaro siguió atacando a la prensa. “No le veo interés periodístico a La Gaceta con esto y más si me piden disculpas por privado. De acá me levanto, me voy a mi abogado y le enviaré una carta documento al diario. El daño es irreparable, ya te hicieron daño. Después si te lo piden por privado a las disculpas”, reiteró. Lo cierto es que la furia de Alfaro contra el centenario diario se da tras años de una alianza comunicacional.
Justamente, la misma fue conformada para llegar a Casa de Gobierno en las pasadas elecciones de 2023. En septiembre del año pasado, Tucumán Despierta informó que la Municipalidad de la Capital, a través de la repartición de Secretaría de Prensa y Difusión ─que depende de la Secretaría General─ destinó $388.158.855 en publicidad y propaganda de un total de $455.687.844 ejecutado durante 2022.
Dicho monto, si se lo divide en los 365 días del período anterior, arroja que cada 24 horas Germán Alfaro gastó $1.063.448 de pesos. La cantidad de dinero utilizado para esto se encuentra detallado en la Cuenta de Inversión 2022, en el anexo “Ejecuciones presupuestarias por reparticiones”, donde se ve que el total ejecutado por la Secretaría de Prensa y Comunicación, incluyendo personal permanente y transitorio, bienes de consumo próximo y de Capital, fue de 455.987.644 de pesos.
El ránking de medios más beneficiados era encabezado por La Gaceta, que por mes habría recibído $8.500.000. En segundo lugar, aparecía Canal 10 ─hoy en una profunda crisis institucional por irregularidades fiscales y administrativas─ con $8.000.000 mensuales; mientras que en tercer lugar aparece la encuestadora Support de Andrés Cuesta y Mariela Martin, que cada 30 días recibían un total de $7.000.000. En marzo de ese año, pagó una suma millonaria a Zuban Córdoba y Asociados que publicó un informe previo a las elecciones donde Alfaro aparecía primero en todo.
En definitiva, queda claro que un enojado Germán Alfaro no hizo otra cosa más que denunciar lo que describió como un operativo de prensa en su contra, que se expuso en la portada dominical del diario La Gaceta, anunciando que había sido denunciado por la intendenta capitalina Rossana Chahla ante la justicia.
Es decir, un clásico del alfarismo, jamás hacerse cargo de lo que le endilgan y, en cambio, en dirigirles culpas a todos menos a él.
En rigor, cabe mencionar que la nota en cuestión contiene declaraciones del joven secretario de Gobierno municipal Martín Viola, quien menciona varias veces en tono crítico a Germán Alfaro, en relación con lo que describe como un pedido a la justicia para que se investiguen presuntas irregularidades en la administración del Consorcio Metropolitano para la Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos.
Sobre ese punto, Alfaro se ocupó de aclarar que no tuvo nada que ver con la administración de los fondos que manejó el organismo encargado de coordinar el manejo responsable de la basura en el Gran San Miguel de Tucumán, cuestión que, detalló, se definía entre los intendentes y delegados comunales participantes y el Poder Ejecutivo provincial. Sin embargo, lo importante no es lo que dice, sino lo que Alfaro calla.
Y es que Alfaro trató de embarrar a Miguel Acevedo debido a que es quien enviaba el dinero a cada municipio en un claro intento de embarrar a otros con el objetivo de intentar quedar ajeno a esta situación cuando la realidad marca que, si bien es cierto que el dinero va para cada municipio, la realidad indica que son cada uno de los intendentes quienes deciden acerca de cómo se gastará el dinero del erario público.
Y es que está claro que, en vez de amenazar a la prensa, German Alfaro debería aprovechar para dar explicaciones acerca de las denuncias y, si no hizo nada malo no se entiende la causa de que se encuentre tan nervioso. Lo que está claro es que esto es un manotazo de ahogado y trata de embarrar la cancha, al tiempo de que apunta a ensuciar a otros ya que se está victimizando, tal y como lo señala un meme en las redes sociales sin importar cuando leas esto justo.
Queda claro que Alfaro apunta nada menos que a conseguir empatía de parte de la sociedad, pero lo hace atacando a un medio como La Gaceta. Algo que, por otra parte, no resulta casualidad debido a que elige a un enemigo grande como para tratar de victimizarse y que, en consecuencia, la sociedad le tenga lastima. El mayor desprestigio lo hizo el propio Alfaro con un medio de comunicación que lo único que hace es informar.
¿Hasta cuándo insistirá con estas cuestiones?
Hágase cargo Germá Alfaro…
