En el día de hoy, comienza la tercera semana consecutiva de paro de colectivos, un hecho lamentable que ya forma parte del cotidiano de los tucumanos. En ese marco, tal vez las cosas empiecen a cambiar un poco, pero no a causa de un repentino buen manejo de los empresarios, ni de un cambio de actitud de los gremios, ni mucho menos por una toma de conciencia real por parte del intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro.
Y es que, tal y como lo indicamos desde Tucumán Despierta, fue notable cómo desde que este medio fue el único que saltó el cerco de la protección mediática con la que contaría el intendente, decidió finalmente tomar cartas en el asunto. Luego de los informes aquí publicados, quedó visibilizada la inacción de Germán Alfaro en algo que constituye un servicio esencial por definición, mucho más en medio de la pandemia.
Y es que su distrito no sólo es el que más afectado está a causa del coronavirus, sino que también es el que concentra la mayor cantidad de actividades que pueden llevarse a cabo en materia económica. Aun así, la indolencia de Alfaro llevó a que le diera la espalda a esta realidad y que ni siquiera se mostrara preocupado ante los medios con algún tipo de declaración de compromiso al menos, como tiene acostumbrados a los vecinos.
Pero a falta de pan, buenas son las tortas reza el refrán y, aunque el intendente continúa sin tomar el toro por las astas y quitarles de una vez las licencias a los empresarios que ni con millones de pesos en materia de subsidios pueden sostener un servicio esencial para la mayoría de los tucumanos, al menos dejó de mirar para otro lado. Incluso, se vio obligado a leer el artículo 22 de la ordenanza de Transporte (400/79).
En la misma, se deja en claro que el Poder Ejecutivo que Alfaro representa, está facultado en una situación como esta a tomar las medidas para cumplir con su deber de mandatario y garantizar la prestación del servicio público de pasajeros. Es decir, quedó más que clara la alta responsabilidad que tiene German Alfaro en el tiempo que representa el paro de colectivos, y que siempre fue su responsabilidad hacer algo.
Sin embargo, en lugar de abordar la problemática y de darle una solución lógica, decidió evadirse de su responsabilidad trasladándosela a la administración provincial y dejando pasar más de 60 días sin colectivos. En ese sentido, es abismal la diferencia con el intendente de Tafí Viejo, Javier Noguera, quien de manera simple les permitirá a partir de hoy a los taficeños contar con un servicio de transporte que les permita trasladarse hasta la ciudad.
Con muchos más recursos, con una cantidad de gente impresionante en lo que hace a la densidad poblacional, Germán Alfaro decidió ignorar a los ciudadanos a los que debía garantizar el medio de transporte que necesitan. Y lo peor es que su ineptitud a la hora de recuperar el tiempo perdido demandará un mes más hasta que todo lo relativo a las tráfics y las combis estén aptas para poder comenzar a funcionar en la capital.
