“A partir de la semana próxima vamos a citar a empresarios y trabajadores para discutir exclusivamente los temas precios y salarios” confirmó una fuente del Ministerio de Desarrollo Productivo a Ámbito. El equipo gubernamental se encuentra elaborando el listado de sectores que participarán de estos encuentros. Si bien todavía la lista no está cerrada, se descuenta que se convocarán a los actores de los rubros alimentos, construcción, indumentaria y textil, entre otros.
Se constituirán mesas sectoriales en el ámbito de la cartera que conduce Matías Kulfas. Desde Producción se precisó que los encuentros estarán focalizados en la problemática de precios y salarios, ya que no se discutirán aspectos como los referidos a políticas industriales o de producción. Participarán los representantes patronales, tanto de las grandes compañías como de las pymes, y de los trabajadores, a través de las conducciones sindicales. Los análisis abarcarán, se adelanta, todos los eslabones de la cadena de valor de las actividades.
Desde la conducción económica se ha señalado que la inflación y la consiguiente pérdida de poder adquisitivo de la población, son los temas que generan mayor preocupación a corto plazo en el Gobierno. Tanto en diciembre como en enero pasados, el índice de precios al consumidor registró un aumento de 4%, es decir que se encuentra a un ritmo de 60% anual, el doble de la meta establecida en el presupuesto (29%).
Peor aún, los alimentos vienen subiendo a una mayor velocidad (75% anual) afectando particularmente al consumo de los sectores con menores ingresos, es decir los que destinan una mayor proporción de su presupuesto a la comida.
Los pronósticos de las consultoras para el mes en curso adelantan una variación de los precios minoristas del orden de 3,2 a 3,5%, es decir algo menor que en enero, pero igualmente elevada.
El Banco Central desaceleró en este mes el ritmo de actualización del dólar oficial, en lo que se interpreta como una primera respuesta al problema inflacionario intentando contener el pase a precios del ajuste del tipo de cambio.
Deterioro
Las discusiones en las mesas sectoriales se darán en un contexto complejo, signado por el marcado deterioro sufrido por los salarios en los últimos años y reclamos empresarios por ajustes en los precios regulados por el Gobierno.
El poder adquisitivo de los trabajadores formales sufrió una pérdida de 17,5% entre 2018 y 2019 como consecuencia de paritarias que no anticiparon las aceleraciones inflacionarias que se dieron en esos años. A comienzos de su gobierno, el Frente de Todos intentó revertir la situación con aumentos de suma fija establecidos por decreto. Así, el salario en blanco creció casi 14% (el doble que la inflación) durante el primer trimestre de 2020, pero “la llegada de la pandemia y la cuarentena dieron por tierra cualquier intento de recuperación del salario real”, señala Ecolatina. En suma, el año pasado agregó un nuevo deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores de 3%, según esta consultora.
En el primer trimestre del año históricamente se resolvieron las negociaciones paritarias. En la actualidad, las conversaciones resultan difíciles no sólo por la magnitud del deterioro salarial, sino también por el fuerte retroceso que sufrió la economía el año pasado en el marco de la pandemia. Con el objetivo de preservar el poder adquisitivo de los sectores con menores recursos, una alternativa que se baraja en el Gobierno es la suba del salario mínimo, según adelantó una alta fuente oficial a Ámbito.
A su vez, los empresarios se quejan por lo que consideran un retraso en la actualización de los precios regulados por el Estado. En tal sentido, el presidente de la COPAL, Daniel Funes de Rioja, aseguró que “los alimentos no somos la causa sino la consecuencia de la inflación” y puso como ejemplo que en el 2020 la inflación alcanzó al 36,1% “y por decisión del Gobierno, los alimentos subieron entre 4 y 10%”.
Otro aspecto a tener en cuenta es el ajuste de las tarifas públicas. Desde el Palacio de Hacienda se contempla un incremento promedio en línea con los aumentos de precios previstos en el presupuesto, pero otros sectores del Gobierno consideran que los aumentos deberían ser, como máximo, 9%.
A modo de ejemplo, desde los concesionarios de los peajes se sostiene que los aumentos deberían rondar el 70% para volver a poner las cuentas en equilibrio. Desde ya que en fuentes oficiales se descarta la posibilidad de lograr una recomposición de esta magnitud en el transcurso del año.
En lo inmediato, en el Poder Ejecutivo se estudian políticas de “segmentación” de los ajustes. De acuerdo con los trascendidos, los sectores con menores ingresos no sufrirían aumentos de tarifas, en tanto que los ajustes serían mayores para los sectores con alto poder adquisitivo. De la misma forma, las correcciones tarifarias serían menores para las pymes con relación a las grandes empresas.
Por otra parte, se espera que, en los próximos días, la Cámara de Diputados convierta en ley la modificación del régimen de Defensa de la Competencia otorgando mayores facultades de regulación a las autoridades. Desde el Poder Ejecutivo ya se están realizando estudios sobre los sectores en los que se registran casos de concentración de oferta, según se adelanta en fuentes oficiales.
Precios y salarios será uno de los temas que tratará este miércoles, el Gabinete Económico, encabezado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Participarán, además de Kulfas, la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; los ministros de Economía, Martín Guzmán y de Trabajo, Claudio Moroni; el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y la directora de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont.