Los acondicionadores de aire no enfrían en Tucumán, debido a la baja tensión eléctrica de EDET, mientras los usuarios pagan la tarifa más cara de la Argentina.
Por otra parte, este domingo, se siguieron repitiendo los cortes de energía en distintos puntos de la provincia, tal como ocurre habitualmente.
Los usuarios se quejan por la falta de respuesta de los equipos de aire acondicionado, e incluso los grandes centros comerciales, como supermercados, shoppings y cines son un infierno de calor. El calor se hace sentir en espacios que habitualmente eran sinónimo de un clima agradable en pleno verano.
La falta de refrigeración convierte en un calvario la vida de los habitantes de la provincia, mientras EDET sigue cobrando las tarifas más caras de la Argentina, tres veces más que lo que pagan los usuarios en Buenos Aires y Santiago del Estero, por citar dos ejemplos.
Con más de 40° de calor, ya ni siquiera queda la alternativa de “refugiarse” en un espacio refrigerado, porque el pésimo servicio de EDET afecta a todos los lugares cerrados.
Este grave deterioro de la calidad de vida que sufren los usuarios importa poco a toda la clase política tucumana, que actúa como virtual socia y encubridora de los atropellos de la empresa de energía.
El ente a cargo de Luis Morghenstein, encargado supuestamente de defender a los clientes de EDET en la práctica solo se dedica a defender la facturación de la distribuidora, y la suya propia, ya que decenas de “ñoquis” estatales viven de uno de los tantos cargos extras que pagan los tucumanos en sus boletas de luz.
La concesión de EDET finaliza el año próximo, luego de que José Alperovich en 2014 le extendiera por 10 años el negocio a una empresa que se viene llevando centenares de millones de dólares a costa del sufrimiento de los tucumanos.
