Entre el hockey y el rugby, dos de los deportes con mayor cantidad de practicantes en Tucumán, existe un vínculo estrecho que le viene dado no sólo por su convivencia en la mayoría de los clubes y su carácter familiar, sino también por ser ambas disciplinas que encierran cierto grado de riesgo. Sin embargo, mientras en el rugby el riesgo reside en un contacto físico cuyos efectos se pueden atemperar con una debida preparación, en el hockey proviene de elementos externos (stick y bocha) para cuyo impacto nadie está suficientemente preparado.
Este último fin de semana Jazmín García (jugadora de Jockey Club Celeste) sufrió un traumatismo craneoencefálico a causa de un bochazo y debió ser internada. Si bien Jazmín hoy está consciente y evoluciona favorablemente, el episodio le dio vigencia a un debate que no es de ahora: la necesidad de contar con ambulancias y personas capacitadas en primeros auxilios en los clubes, en pos de un deporte más seguro.
Un primer aspecto a tener en cuenta es el costo por hora que implica para los clubes la contratación de una ambulancia con un paramédico. Si bien hay instituciones que mantienen convenios con servicios de emergencia que garantizan la presencia de ambulancias a costo cero, otros deben hacer frente a una tarifa que no está al alcance de todos. Dependiendo del servicio, va desde los $4.000 a los $6.000 por hora, o incluso más.
“La ambulancia no es exigida de forma obligatoria por la Asociación (ATAH), pero a mi entender debería serlo. Es un deporte que se juega con elementos muy duros, que a cierta velocidad como la que se alcanza en los niveles superiores de competencia, pueden ser peligrosos. Nosotros queremos comenzar a implementarlo, junto con otras medidas de seguridad. Sí, sabemos que es costoso, pero es una cuestión de prioridades. Tal vez se podría darle menos prioridad a otras cuestiones en pos de una mayor seguridad. Tengo hijas que juegan y quiero que jueguen de la manera más segura posible”, opinó Fernando Forté, presidente de la Subcomisión de hockey del Jockey Club.
Un tema a tener en cuenta, señala Forté, “es que tenemos un parque de vehículos sanitarios corto: hay que ver si existe la capacidad para cubrir toda la actividad de hockey, rugby, fútbol y demás eventos de cada fin de semana. Es otro tema a desentrañar”.
Al respecto, Francisco Barreiro (director del Servicio de Emergencias 107) comentó que desde el Estado se trata de prestar cobertura con la mayor amplitud posible, pero es necesario el cumplimiento de ciertos requisitos. “No se podría cubrir todo lo que hay cada fin de semana, no daríamos abasto ni en ambulancias ni en personal. Se necesita cierta organización, y para eso se deben comunicar con cierta antelación los eventos sobre los que se necesita el servicio. También hay que tener en cuenta que hay eventos deportivos que son de carácter privado y con fines de lucro, por lo que en esos casos, no se puede pretender contar con los servicios gratuitos del Estado. Si se está cobrando una entrada, eso incluye un seguro que garantiza la presencia de una ambulancia, o se lo debe contratar de manera privada”, explicó Barreiro.
Por otro lado, señaló otros puntos de importancia sobre el tema. Uno es la falta de alcance de los seguros que suelen contratar las entidades deportivas. “No son lo suficientemente amplios para cubrir estos casos. Entonces, se tiene que esperar que los padres cuenten con obra social, porque son seguros deficitarios”, advirtió. Otra de las cuestiones es la capacitación: “en un momento, se preparaba a los entrenadores y a los preparadores físicos en maniobras de reanimación y rescate. A veces no alcanza con tener una ambulancia si no tenés gente que sepa qué hacer en los momentos iniciales, que son los más importantes”.
Elementos
“En el caso del trauma craneoencefálico que se produce por un bochazo, no es algo que se pueda resolver en la cancha, sino que debe ser tratado en un hospital. Pero es importante contar con los demás elementos para atender contingencias, como el cuello cervical, la tabla de inmovilización, o un tubo de oxigeno. Cuando se trata de salvar vidas, nada está de sobra”, indicó Francisco Barreiro.