Ni lerda ni perezosa, esta vez la Legislatura de Tucumán decidió ayer, el día después de que desde este medio se informara que la posibilidad de que el juez Francisco Pisa se fuera impune de su cargo dependía de Juan Manzur y de Osvaldo Jaldo, que el magistrado de explicaciones y se unificaron 7 causas en su contra. Cabe preguntarse entonces, ¿Es necesario que desde el periodismo independiente haga falta recordarles a los legisladores cómo deben proceder?
Debido a que tal parece que es así, la comisión de Juicio Político de la Cámara legislativa corrió traslado al pedido contra el juez por el caso Paola Tacacho y la liberación del imputado de la prisión preventiva. El colmo de la inacción de la Justicia, fue cuando este magistrado absolvió de culpa y cargo a Mauricio Parada Parejas a pesar de que la víctima lo denunció ininterrumpidamente durante el transcurso de los últimos 6 años.
Por esta razón, Pisa tiene unos siete pedidos de destitución por haber incurrido en incumplimiento de los deberes inherentes a su cargo en el caso de la docente asesinada. De esta manera, el magistrado cuenta con un total de 15 días, para presentar su descargo sobre el caso Paola Tacacho. Sin embargo, cabe recordar que el hecho de que el juez sea enjuiciado, no está confirmado debido a que existe un detalle a tener en cuenta.
Y es que el sometimiento a un jury de enjuiciamiento sólo será posible siempre y cuando el titular del Poder Ejecutivo, Juan Manzur, no acepte su renuncia. Desde Tucumán Despierta dimos cuenta ayer, que el gobernador le admitió a la prensa hace algunos días, que todavía no tomó una decisión al respecto. Esto significa que es una posibilidad latente que el mandatario provincial le conceda la chance de renunciar.
Entonces, la pregunta que cabe realizar es ¿Manzur le permitirá al juez Pisa renunciar y retirarse cobrando una jubilación de privilegio? ¿O lo entregará atado al jury de enjuiciamiento que le espera en la Legislatura que maneja Osvaldo Jaldo? Ayer recordamos también que la madre de la docente asesinada le rogó a Manzur que no le acepte la renuncia al juez, que posibilitó que el femicida le quitara la vida a su hija.
¿Acaso pesarán más los favores que le debería Manzur a Pisa lo que incline la balanza del lado equivocado de la vida? ¿O lo entregará en bandeja de plata para que sea su compañero de fórmula y número puesto para sucederlo en la Gobernación, Osvaldo Jaldo el que se coloque la medallita de la destitución del juez? El cálculo político del gobernador debe especular como pocas veces acerca de su propia conveniencia.
Qué pena que no sean los intereses del pueblo los que antepongan a la hora de decidir cuáles serán los mejores pasos a seguir en las instituciones. De todas formas, resta espera que la interna peronista no juegue todavía más en este asunto al punto de que pueda poner en peligro el castigo que merece el juez Pisa por su accionar. Para que, como señaló la madre de la profesora de inglés asesinada, su hija no tenga que morir dos veces.
