En el marco del juicio penal que se sigue contra el ex gobernador José Alperovich hay varias figuras del ámbito político que deberán desfilar ante el tribunal que preside Juan María Ramos Padilla. Y uno de los que está llamado a declarar es nada más ni nada menos que el ex gobernador Juan Manzur, quien justamente compartió fórmula y luego sucedió al hoy imputado por casos de abusos y agresiones sexuales.
Manzur es actualmente senador por la provincia de Tucumán. Y como al resto de los testigos, se le envió una citación con el día en el que debía presentarse a prestar testimonio. Pero la semana pasada el senador respondió invocando privilegios constitucionales y afirmó que prefería contestar un formulario por escrito y no tener que concurrir al tribunal. Ayer, al comenzar la audiencia, el juez informó de esto y pidió opinión a las partes. Y quien tomó la voz cantante fue el fiscal Sandro Abraldes, quien sostuvo que Manzur es un testigo de relevancia y que es necesario no solo hacerle preguntas, sino repreguntas por lo que no sería posible en caso de que enviara respuestas por escrito.
El mismo Ramos Padilla consideró “poco elegante” la respuesta de Manzur y consideró que debía enviársele una nueva nota al ex gobernador haciéndole saber de lo importante de su presencia en el debate. “Lo vamos a invitar a la reflexión”, indicó el juez. Las otras posibilidades son que todo el Tribunal y las partes se trasladen o al Senado o al domicilio particular de Manzur para tomar el testimonio, algo que en principio está descartado.
Para las próximas audiencias, en tanto, se espera la presencia de funcionarios de la provincia que compartieron gestión con José Alperovich, algunos de los cuales aún hoy ocupan altos cargos en el Poder Ejecutivo. Pero una de las más esperadas es la del ex concejal, ex colaborador directo de Alperovich y ex pareja de la denunciante David Mizrahi, quien es permanentemente nombrado durante los interrogatorios, sobre todo por el defensor Augusto Garrido, sobre todo teniendo en cuenta que el mismo Alperovich sindica a Mizrahi y al actual diputado Carlos Cisneros como los autores intelectuales de una campaña para perjudicarlo políticamente, cuyo punto cúlmine, según ellos, fue la denuncia por abusos y ataques sexuales.