
La derrota en las elecciones legislativas porteñas dejaron una certeza clara en el PRO: se impone un acuerdo político con La Libertad Avanza. El dilema que dilata el entendimiento de las partes es el mismo que hace meses, la disputa de poder entre Mauricio Macri y Javier Milei.
Hasta acá, la relación entre el Presidente y el fundador del PRO tuvo varios vaivenes y este último tiempo fue el de más tensiones entre ambos, con fuertes declaraciones cruzadas motivadas por la campaña porteña. Ahora, el escenario obliga a barajar y dar de nuevo, con una marcada diferencia de poder de fuego electoral.
La sensación predominante en la sede del PRO, incluso antes de conocerse el resultado, era de derrota. Pero no solo a nivel electoral, sino a nivel simbólico: perder en las urnas con claridad los deja en desventaja para sentarse a negociar con sus futuros aliados.
No obstante, están los que todavía creen que La Libertad Avanza los necesita. El próximo gran desafío es la elección provincial en la provincia de Buenos Aires, donde ya fueron divididos y perdieron en el 2023. Además, en PBA el partido fundado por Macri busca hacer valer su peso territorial.
“Vamos a acordar en la provincia, pero no a cualquier precio”, afirmó un importante dirigente bonaerense. “Si se creen que por ganar la Ciudad pueden imponer condiciones, se equivocan”, remarcó otro referente provincial a este medio.
En la cúpula PRO sostienen que sin un acuerdo estructural, están dispuestos a competir en los 135 municipios de la provincia. “Veremos qué tienen para armar las listas”, aseguraron mientras señalaron el armado que tiene su partido con varios intendentes, concejales y legisladores.
Otro paso necesario antes de cualquier definición será una pausa para repensar la situación. La derrota en el kilómetro cero del PRO está muy fresca y la euforia libertaria también. “Hay tiempo para decidir, no hay que hacerlo en caliente”, sentenció otro referente con varias elecciones a cuestas.

“Estoy en etapa de reflexión”, dijo el propio Mauricio Macri en una entrevista. Y hasta aclaró que no está en una puja por el liderazgo con Milei: “No tengo pretensiones de ser candidato”.
Además, envió un guiño a su dirigente de confianza en la provincia: “Cristian Ritondo tiene mandato al frente del partido para negociar un frente en la provincia”. Aunque aclaró: “Eso no significa pasar a integrar La Libertad Avanza”.
El expresidente no acepta los desplantes públicos y el menosprecio al PRO, considera que no se corresponde con la colaboración de la fuerza con el Gobierno. Esto dificulta el avance en las negociaciones por el acuerdo, pese a que hay un convencimiento de que separados no se puede.
“Sin ningún tipo de respeto, no se puede hacer un acuerdo. Si hay otro tipo de diálogo, sí”, apuntó el exmandatario. Una nueva referencia a la importancia de las formas, casi tanto como el fondo de la discusión.
Un acuerdo de dirigentes y no de partidos
También hay un sector del PRO que apuesta a que se va a imponer un acuerdo “de abajo hacia arriba”. Si no hay un entendimiento de cúpula, se hará en los municipios, incluso hasta por dirigentes.

Este pensamiento es similar al que pregonan en La Libertad Avanza, que en más de una oportunidad remarcaron su intención de sumar dirigentes del PRO en particular y no al partido en general. Diego Santilli es un ejemplo claro de eso, que no participó en toda la campaña de su partido en la Ciudad y tampoco estuvo hoy en la sede. Algunos ya señalan que pronto participará de algún acto con Milei.
En paralelo, Ritondo agotará esfuerzos con el armador libertario bonaerense Sebastián Pareja para acomodar las piezas de un acuerdo en PBA. Además, el presidente del partido en la provincia tiene diálogo directo con todos los popes de LLA, desde el Presidente hasta Santiago Caputo, Martín Menem y Karina Milei.
El panorama cambió, pero la necesidad y el mandato electoral es el mismo: unirse para vencer al kirchnerismo. En la Ciudad, LLA solo ganó por casi 3 puntos, pero en la provincia será una historia diferente. La estructura del peronismo es otra y Axel Kicillof se juega también su plafón presidencial del 2027. No hay un escenario en el que triunfen sin acuerdo.