En una nueva prueba de su faceta ajustadora y neoliberal, el kirchnerismo dio una muestra más de su insensibilidad e hipocresía cuando en el día de ayer confirmo que no habrá más asistencia del Estado a los trabajadores y a las pequeñas y medianas empresas. Y es que la eliminación del IFE y del ATP terminará por hundir a los pocos emprendimientos que todavía se mantenían en pie en medio de la pandemia de coronavirus.
Y como no podía ser de otra manera, el kirchnerismo apeló a un discurso muy parecido al del macrismo para justificar su ajuste. En ese sentido, utilizó tecnicismos complicados para la mayoría de los ciudadanos, a la hora de entender lo que transmitió desde Chaco el ministro de economía, Martín Guzmán. Tanto criticó al gobierno anterior la administración de Alberto Fernández, que la hipocresía todavía se hace más notoria.
Pero lo peor de todo es que Guzmán apeló lisa y llanamente a la mentira para justificar el fin de la ayuda estatal. Y es que sin que se le moviera un músculo de la cara, aseguró que la economía argentina lleva 4 meses en recuperación. Es por ello que cabe preguntarse si realmente el ministro de economía cree que la sociedad argentina será tan ingenua de creerse esa patraña, cuando el horizonte de salida de la recesión lejos está de observarse.
Para colmo, insistió con el hecho de que medidas como el IFE y el ATP se dieron en un contexto de fuertes restricciones a la circulación y que las mismas hoy no estaban presentes. ¿Acaso se olvidó de que fue su propio gobierno el que implementó de manera pésima la fracasada política sanitaria? El aislamiento social y la cuarentena estricta antes de tiempo fue una idea que se le ocurrió a este gobierno y no se hace cargo de ello.
Pero como no puede ser de otra manera, son los trabajadores con su desempleo a cuestas y las pequeñas y medianas empresas con sus cierres definitivos los que pagan de forma injusta la mediocre política sanitaria implementada por el oficialismo. Ni siquiera una mísera autocrítica realizó Martín Guzmán a la hora de justificar el fin del IFE y del ATP y hasta se dio el lujo de mentir que su administración protegió al trabajo y a la producción durante el 2020.
En un claro pasaje de neoliberalismo kirchnerista, Martín Guzmán aseguró que es necesario ir poniendo las cuentas fiscales en orden. Estas palabras eran exactamente las mismas que empleó el macrismo para justificar el ajuste salvaje que implementó por órdenes del Fondo Monetario Internacional. Por entonces, el kirchnerismo “resistía con aguante” según el eslogan de los muchachos grandes de La Cámpora.
Pero ahora, nada dicen de este ajuste llevado a cabo por el gobierno. Por el contrario, bancan cada decisión digna de un manual de neoliberalismo. Y es que se trata de militantes que creen que con un discurso vacío y un relato sin sentido podrán convencer a la mayoría de las personas de que lo que lleva a cabo el oficialismo no se trata de un ajuste. Seguramente, la mayoría de la sociedad hará que truene el escarmiento en las elecciones de este año.
