En la jornada de ayer trascendió un audio en el que se puede escuchar claramente a la secretaria general de Educación y Cultura de la Municipalidad de Lules, Marta Albarracín, nada menos que la esposa del intendente local, Carlos Gallia, y candidata a sucederlo. Lo que se escucha es una amenaza velada, es decir, una persecución, control y coacción disfrazada de lo que según ella considera como “algo para ayudarte a pensar bien”.
“Hoy defino quiénes me van a acompañar a mí como futura candidata que soy, necesito el apoyo de ustedes. Pasa que el equipo, la gente que está aquí es como que estamos confiados, porque estamos confiados. Pero no hay que estar confiados porque hay ayudas y contratos que una ha dado y necesito que, así como una ha confiado, ustedes también nos puedan dar una mano”, expresa la funcionaria municipal.
A continuación, agrega que “yo hoy quiero ver eso, hoy, hoy y de aquí en adelante, sobre todo en las redes, que se puede ver acá y lo transmitamos a futuro, de aquí a unos meses, días, semanas, en fin. Pero yo quiero ver el acompañamiento porque la verdad que yo las veces que hago reuniones vienen apenas unos cuantos y parecería como que a la mayoría no les importaba y no es así”.
En esa línea, Albarracín reiteró que “vuelvo a repetir lo mismo: no quiero sonar como uh qué le pasa a la secretaria, no… pero siento que no apoyan la gestión, porque la verdad es que yo siento que cada vez que uno hace un trabajo con mucho esfuerzo sólo están unos cuantos. Es decir, somos dos o tres los que compartimos desde la Secretaría lo que hace el intendente y yo quiero que sean sinceros y digan si están dispuestos a acompañar”.
Asimismo, trató de marcar la cancha al decir que “yo la verdad por ahí cuando ustedes necesitan yo estoy, yo nunca les he dado la espalda porque ustedes tienen gente que acá habla con nosotros, que son los directores. Pero ahora me voy a poner firme yo, porque ahora está en juego el futuro, no el mío, sino el de ustedes porque seguramente yo pueda entrar a trabajar en cualquier lugar donde la gente como los funcionarios de la nación o los funcionarios de acá me pueden ubicar, pero ¿Y ustedes?”.
Y fue entonces que llegó la amenaza velada cuando la esposa del intendente de Lules comentó que “por eso les digo: hay que pensar bien y yo quiero que nos acompañen porque la verdad admito que yo venía flojita, venía dejando pasar muchas cosas, pero me doy cuenta de todo, me di cuenta de quién viene, de quién no viene, de a quién le importa, etc. Yo sé todo, es decir, quién va a trabajar, quién es el falluto, yo sé todo”.
Asimismo, finalizó diciendo que “así que yo le voy a dar una oportunidad, yo tengo la lista de ustedes en la mano, yo no los estoy amenazando, yo no les estoy diciendo nada malo, pero piensen con la cabeza”. En definitiva, se trató de una prueba explícita y desvergonzada de una forma de “apriete” características de políticos feudales que sólo quieren conservar el poder a toda costa y valiéndose de una muestra explícita de nepotismo como en este caso.